lunes, 23 de abril de 2007

Lenguaje político

Hay una respuesta de Rajoy que pasó prácticamente inadvertida la semana pasada en el tan comentado programa de TVE y que resulta significativa respecto al profundo asco que me causa (y que debería causarnos) la clase política. Cuando una de las preguntas hizo mención a los motivos fraudulentos para la invasión de Irak, el líder pepero de la oposición mostró una vez más cintura e insistió en el final de la dictadura de Hussein y en calificar a éste como "el Hitler del siglo XX" (sic). Es decir, el Hitler del siglo XX no fue Hitler, fue Sadam Hussein.

¿No nos damos cuenta de la profunda perversión e incultura de las personas que nos gobiernan? ¿Puede importarle a alguien que Rajoy o Zapatero estuvieran mal o bien en esto artificiosos experimientos televivos? ¿No nos cansaremos nunca de mentiras que influyen sobre la vida de tantas personas? ¿Estamos dispuestos a estar bien informados por encima de las frivolidades y vana crispación mediática?

miércoles, 18 de abril de 2007

Liberal, libertario, "¿libertariano?"

Flexionando, y reflexionando, esta mañana en el gimnasio, estaba yo escuchando a la crispante, y crispada, estrella mediática FJL (que, aunque suene a partido populista de algún país lejano, significa Federico Jiménez Losantos) increpar por enésima vez al alcalde de Madrid (insulto y vicitimismo se dan la mano con extraño arte en el inefable locutor radiofónico de la COPE, de tal manera que, después de insultar de lo lindo a Gallardón, le conmina a llevar a cabo cualquier represalia, incluso "matarle" (sic)… ¡señor, señor!, este hombre, si no diera miedo, daría risa).

El caso es que si este hombre, junto a algunos otros, en este bendito país donde pasan cosas tan extrañas en todos los campos disciplinarios, se considera el adalid del liberalismo, a mí me da la gana de reivindicar una espacio liberal radical (si bien, no es que me considere yo, simplemente, tal cosa) que se aparte bastante de laissez faire ese que nos quieren vender como progreso (y que solo encubre el poder de las multinacionales del capitalismo salvaje).

Liberalismo, la bella palabra libertario con la que sí dan ganas de identificarse plenamente, y que me gustaría emparentar con el liberalismo radical (desprendido de connotaciones autoritarias/estatalistas que tanto gustan a estos liberales de nuevo cuño) al que aludía; y, creo que debido a que es imposible que la palabra inglesa libertarianism tenga traducción, algunos recogen dicha ideología haciéndose llamar "libertarianos".

De momento, este último término no existe en castellano (a pesar de la wikipedia, que tanto usamos todos).
Qué bueno es usar bien el lenguaje para poner las cosas en su sitio, digo yo.