domingo, 26 de abril de 2015

Religión, anarquismo y posmodernidad

 ¿Qué hay de cierto en lo que aseguran los pensadores posmodernos? La posmodernidad se caracteriza por la crítica a cualquier discurso totalizante, algo que debería poner en cuestión a las religiones y a todo tipo de dogmatismo. Lejos de esto, lo que llaman "época posmoderna" ha abierto la puerta a toda suerte de creencias espirituales y seudocientíficas. ¿Existe algo llamado "anarquismo" posmoderno? Defendemos que las ideas libertarias, con su huida de toda solución definitiva y de toda trascendencia, y con su convicción en la transformación de la vida para abrir nuevas posibilidades inmanentes, han sido la excepción entre las corrientes surgidas en la modernidad

La llamada posmodernidad ha aumentado la sospecha sobre la razón, que ya iniciaron otros autores en los dos últimos siglos. El cuestionamiento del racionalismo moderno ha desembocado, en gran medida, en un abierto desencanto de la razón. Si se llegó a confiar en la existencia de un "mundo verdadero", por encima de las meras experiencias, en una realidad última o fundamento, ahora los posmodernos consideran que solo es posible un "pensamiento débil" que conduce al relativismo. Lo paradójico es que la religión, que se afana también en la búsqueda de esa "realidad última", de un absoluto, debería ser lo más opuesto a los rasgos que presenta la posmodernidad. Lyotard, autor en los años 70 de conocidos ensayos sobre la posmodernidad, consideró que los relatos religiosos configuran la visión del mundo, es decir, lo que puede decirse dentro de una determinada cultura; así, la religión supondría también uno de esos grandes discursos o metarrelatos denunciables por la posmodernidad. Sin embargo, al denunciar también la razón como constructora de la realidad, al considerarla también como un "absoluto", se produce cierto respeto por el misterio presente en la inescrutable pluralidad de lo real y se prima la experiencia sobre el conocimiento para abordar las grandes cuestiones de la vida.

miércoles, 22 de abril de 2015

¿Individualismo o personalismo?

Si atendemos al significado habitual de lo que se entiende por "personalismo", tan rechazado por las ideas libertarias por motivos obvios, máxime cuando la connotación es usualmente política, hablamos del seguimiento o adhesión hacia cierta persona. También podría ser que el papanatismo no estuviera dirigido necesariamente hacia la persona, sino a las ideas que profesa, pero el sentido de "subordinación" o "dogmatismo" que parecen estar siempre detrás le chirría siempre al anarquismo.

Y muy bien que hace. Frente a cualquier "ismo" precedido por un nombre propio, cautela. No obstante, si acudimos a una enciclopedia de filosofía, la cosa cambia algo y da lugar a cierto debate más que interesante (aunque algo denso y confuso). "Personalismo" vendría a ser la superioridad de la persona frente al individuo, a la cosa, a lo impersonal. La cosa podría tomar un cariz "metafísico", alguna suerte de principio trascendente parece estar detrás, que vamos a tratar de eludir (como buenos ateos y escépticos que pretendemos ser). Tenemos la impresión que la oposición entre "persona", reivindicada como he dicho por el personalismo, y "cosa", entendida como entidad individual, se muestra históricamente análoga al debate mantenido entre idealismo y materialismo. No obstante, parece que la cosa es complicada y resulta difícil dar un significado definitivo a conceptos tan complejos. No obstante, vamos a tratar de acercar la complejidad filosófica a lo más cotidiano y vulgar con el objetivo de reflexionar un poco.

El personalismo parece concretarse en la modernidad como una forma de idealismo que acepta a partes iguales el pluralismo y el monismo de la experiencia y que pretende encontrar la clave de la naturaleza de la realidad en la consciencia, en la identidad y en la libre actividad de la personalidad. Tal vez no sean palabras demasiado claras. En cualquier caso, como ya hemos mencionado, detrás del personalismo parece haber continuamente un principio trascendente difícil de asimilar. Podemos insistir en la definición de personalismo (o persona) por oposición a individualismo (o individuo) y la cosa puede resultar más interesante para las ideas libertarias.

En términos muy generales el individualismo reclama una realidad formado por individuos y una sociedad en la que el sujeto individual sería la entidad básica, por lo que aquella se entendería como un "conjunto de individuos". La noción más peyorativa de individuo etiqueta al ser humano como un simple "átomo social" opuesto a determinades realidades (sociedad, Estado, el resto de los individuos...), pero un significado más positivo aludiría a una serie de cualidades irreductibles como inherentes a un determinado individuo. ¿Está esta última acepción más cercana a la de "persona"? No queda del todo claro, lo que si sabemos es que el anarquismo no se enmarca necesariamente en la noción primera, la negativa, o si se le trata de enmarcar se hará de manera reduccionista. Esta concepción negativa del individuo, por "oposición a", se la he vinculado al Contrato Social, al liberalismo, al mismísimo Stirner y a diferentes ideas llamadas anarquistas. No estamos de acuerdo.

No es que todo valga en el anarquismo, es que las ideas libertarias se esfuerzan en conciliar el individualismo con la cooperación social, con diferentes formas de socialismo que no agredan a la libertad individual o que traten al menos de confirmarlas en la justicia social. Resulta curioso que enemigos del anarquismo de diversa índole le reprochen, desde un extremo y desde el contrario, su supuesta condición "colectivista" o "excesivamente individualista". Teorías anarquistas hay muchas en la historia, ninguna que merezca ser considerada como tal niega la libertad individual, ni la justicia, o el equilibrio, social. Hay autores y corrientes que han insistido en converger "individualismo" y "personalismo", una especie de síntesis entre ambas tendencias, en beneficio del bien común sin caer en el totalitarismo. Se le podrá poner la etiqueta, nueva o vieja, que se quiera, se podrá especular filosóficamente de la manera que fuere, pero estamos hablando de anarquismo.

Libertad individual, pluralidad y justicia social son conceptos que únicamente cobran su sentido pleno en un contexto antiautoritario. Si entra en juego el liberalismo (con su aceptación, de la manera que sea, del capitalismo) o alguna suerte de principio trascendente, religioso o político, se sacrifica alguna pieza importante del conjunto. Ser "individualista" resulta hoy algo comúnmente peyorativo, sinónimo de estar "atomizado" debido a la sociedad de consumo y al capitalismo o de convertirse en una persona que solo mire por sus intereses personales. El "individualismo" que reclama el anarquismo atiende a un desarrollo pleno de la personalidad, en cuestiones del intelecto y de la moralidad (llámese si se quiere "espiritualidad"), en los que por supuesto los factores emocionales buscarán siempre un equilibrio sin pedir nunca el sacrificio completo (algo que nos parece clave), y sin perder nunca la posibilidad de cooperar socialmente ni de la solidaridad con el resto de individuos. "Solidaridad" era una palabra que no gustaba demasiado a Stirner, ni a alguno de sus seguidores, pero la adhesión a una determinada causa ajena de manera altruista no supone ningún sacrificio para mi desarrollo individual. Es más, me confirma en el mismo, máxime si trato de mantener cierta lucidez, profundidad y conciencia social. La perfectibilidad moral, el humanismo y el apoyo mutuo son características incuestionables del anarquismo, algo en lo que no nos cansaremos de insistir.

sábado, 18 de abril de 2015

Reflexiones sobre lo que es, o no, "anarquismo" (con perdón)



Malatesta denunció en su tiempo la cantidad de individuos que se autodenominaban anarquistas sin serlo. El paso de los años, desgraciadamente, no le ha quitado razón, y el italiano definió de la siguiente manera la sociedad anarquista: organización libre, de abajo arriba, de lo simple a lo complejo, mediante el pacto libre y la federación de las asociaciones de producción y de consumo.

Estas breves palabras, con toda la dificultad que requiera su construcción sociopolítica, deberían ser suscritas por cualquier anarquista: horizontalidad, descentralización, flexibilidad contractual, autogestión... forman parte de la tradición anarquista, una tradición que no puede ser pervertida por teorías que se llaman "anarquistas" y no luchan en todos los frentes contra la explotación, y el autoritarismo, en aras del desarrollo personal de cada persona. "Socialismo" y "anarquía" eran para el italiano términos equivalentes, y no podemos estar más de acuerdo si por socialismo entendemos el control colectivo de los medios de producción y la tendencia autogestionaria, tratando de respetar todo lo posible la soberanía individual (la posesión individual de bienes parece indispensable para ello, la posesión de medios productivos puede estar en equidad con las necesidades de la sociedad; complejo el asunto, pero la lucha contra el absolutismo es otra seña de identidad del anarquismo). Se trata de dar un sentido libertario a la teoría política del socialismo, cualquier otra vertiente dentro del anarquismo puede hacer de tensión, pero no parece haber una respuesta económica y social verdaderamente libertaria que no incluya la autogestión; algunas ideas anarquistas se pierden en disquisiciones filosóficas (a las que no resto importancia, ya que me incluyo entre los amantes de la especulación y de la ampliación de horizontes). Malatesta denunciaba esas grandes diferencias que ocultaba la palabra "anarquista", y no se sorprendía de que un gran número de personas se mostrará sorda o recelosa ante la propaganda libertaria ante semejante confusión. Así estamos al día de hoy.

Para profesar unas ideas es indispensable su pleno conocimiento, si somos capaces de mostrar a los demás (hablamos de conocimiento, no de proselitismo, término doctrinario que me parece cercano a la religión) que la vida puede y debe ser mucho más que una mediocre y mezquina concepción tanto del ocio como del trabajo (de la vida misma, en definitiva) es posible que estemos colaborando en esa construcción de la sociedad libertaria. Malatesta quería substituir en la sociedad la individualidad burguesa y la competencia por el amor y la cooperación; si bien un análisis de clase es posible (y las clases siguen existiendo, aunque no esté de moda expresarlo así, y tal vez con mayores diferencias que hace un siglo), si la jerarquía puede se derrumbada en beneficio de esa cooperación, un concepto sentimental como el del amor parece complicado de "instalar" de manera absoluta en la sociedad (un concepto que en no pocas ocasiones surge de una insuficiencia de la propia persona). Es preferible hablar de respeto y cooperación, de tratar de desarrollar los mecanismos sociales para que la cultura, los valores humanistas y el desarrollo de las personas no se vean mermados. Pero para explicar esa bonita sociedad posible, es necesario creerse las ideas y tratar de luchas con nuestras propias contradicciones (contradicciones que existen en bien de la salud mental, propias de las personas que tienen un bello ideal conjugado con el pragmatismo). No me gustan demasiado las etiquetas, tantas veces antesala de la estrechez, pero todo necesita una nomenclatura; "anarquismo" me resulta un nombre inmejorable y no hay que temer darle un sentido histórico y desterrar aquello que no forma parte de su tradición ni de su horizonte en el futuro.

También hay que estar de acurdo con Malatesta en ese esfuerzo por concretar las ideas, cuando afirma que el anarquismo supone una moral superior. Naturalmente, los que afirman que el anarquismo es una suerte de nihilismo (aunque éste es un concepto que tampoco admite lecturas simples y habría mucho que hablar sobre el tema) no conocen en absoluto las ideas libertarias. Sin caer en el relativismo ni en ningún tipo de determinismo, el anarquismo admite lo moral de la naturaleza humana y la posibilidad de construir una sociedad en la cual se expanda esa tendencia, una especie de "moralización" de la sociedad. Pero la moral, como la razón, pueden encontrar un mayor horizonte para impedir su estancamiento (por la tradición) o su perversión (por la institucionalización). La fuerza individual, potenciada por ese afán moralizante (desprender a ciertos términos de connotaciones religiosas es otra gran tarea) y por una razón de mayor horizonte, puede entrar en equilibrio con la fuerza colectiva, suma de todas esas tendencias, pero sin anularse y apostando por la pluralidad, el entendimiento y el progreso. Opinamos, de nuevo con Malatesta, que la lucha contra el ambiente es una obligación del anarquista, una lucha en la que no entra justificar un bello ideal con medios indignos. Porque ese es otro objeto de debate, aquellos que ponen por encima de las personas el "idealismo" (concepto más bien místico, si lo desprendemos de la realidad) dando lugar, también, a cotidianos horrores.

martes, 14 de abril de 2015

El diccionario del diablo

Tuve la oportunidad hace ya tiempo de disfrutar de la lectura de El diccionario del diablo, algo que me resultaría una grata sorpresa al no conocer en absoluto al autor. La lucidez presente en este glosario sobre la estupidez humana, así como la mala uva y el corrosivo sentido del humor, hicieron pasar a la posteridad esta obra y sigue teniendo, desgraciadamente por otra parte, plena actualidad más de un siglo después.

El estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914) ejerció también de periodista y editorialista, siempre polémico y con la enemistad ganada de muchos de sus colegas de profesión. Su prestigio como escritor se debe sobre todo a sus narraciones cortas, no exentas tampoco de ironía y de humor negro, con frecuentes temáticas del género de terror. Es por eso que se le considera, tantas veces, a la altura de sus compatriotras Allan Poe y H.P. Lovecraft, y heredero de otros escritores norteamericanos fundamentales como Nathaniel Hawthorne y Herman Melville. La vida de Bierce es digna de un relato de aventuras y, en su tramo final en México junto a Pancho Villa (con misterioso final incluido), así lo recogió la conocida novela de Carlos Fuentes Gringo viejo y la homónima adaptación cinematográfica de Luis Puenzo protagonizada por Gregory Peck. Siendo un crío,

Ambrose Bierce entraría en la Escuela Superior Militar de Kentucky y lucharía posteriormente como voluntario en la Guerra de Secesión; solo después del conflicto, pobre y desencantado como estaba, comenzó a escribir; en 1876, partió hacia Bosnia para realizar un trabajo geográfico y, de ahí, sin que se sepa muy bien cómo, acabó en Estambul donde conocería a Bakunin; el gigante anarquista ruso le iniciaría en la idea y partirían hacia Roma decididos a liquidar a Pío IX; perseguidos por la policía de todo el Continente, se separan en Esmirna y Bierce vuelve a los Estados Unidos, donde iniciaría su carrera como periodista y escritor; hechos trágicos en su vida y desengaños amorosos le condujeron al alcohol y a un carácter amargo, para acabar emigrando a México y luchar al lado de Pancho Villa; sus últimas palabras en suelo estadounidense fueron: "Si se enteran de que he sido puesto contra un paredón mexicano y cosido a balazos, sepan que pienso que es una buena forma de abandonar esta mierda".

El diccionario del diablo es un clásico indiscutible de la irreverencia y fue libro de cabecera del complicado filósofo "nihilista" Cioran. Con pocas obras puede uno divertirse tanto y descubrir, a la vez, una ironía lúcida, un pensamiento mordaz capaz de derribar toda suerte de mitos y de hipocresías optimistas. En un prefacio de una edición de 1911, Bierce reconocería que El diccionario del diablo se inició en un seminario en 1881, y que lo continuaría de modo intermitente y a largos intervalos hasta 1906. Ese mismo año se publicaría la obra recopilada con el título de El vocabulario del cínico, título más respetuoso, que le fue impuesto por los escrúpulos religiosos y que el autor no tuvo la oportunidad ni de rechazar ni de aprobar. Curiosamente, al ser El diccionario del diablo una obra publicada en partes a lo largo de años en diversos periódicos, esa imposición de la palabra "cínico" se produjo por la edición adelantada de varias obras, imitadoras del genio de Bierce y con escaso o ningún interés literario, con la palabra de marras en el título (y con su consecuente devaluación). Muchas de las definiciones, anécdotas y frases presentes en El diccionario... llegaron a convertirse en algo más o menos habitual en el lenguaje popular.

Ahí va una muestra de su genio y de su ingenio:

Adoración, s. Testimonio que da el Homo Creator de la sólida construcción y elegante acabado del Deus Creatus. Forma popular de la abyección que contiene un elemento de orgullo.

Alma, s. Entidad espiritual que ha provocado recias controversias. Platón sostenía que las almas que en una existencia previa (anterior a Atenas) habían vislumbrado mejor la verdad eterna, encarnaban en filósofos. Platón era filósofo. Las almas que no habían contemplado esa verdad animaban los cuerpos de usurpadores y déspotas. Dionisio I, que amenazaba con decapitar al sesudo filósofo, era un usurpador y un déspota. Platón, por cierto, no fue el primero en construir un sistema filosófico que pudiera citarse contra sus enemigos; tampoco fue el último. "En lo que atañe a la naturaleza del alma" dice el renombrado autor de Diversiones Sanctorum, "nada ha sido tan debatido como el lugar que ocupa en el cuerpo. Mi propia opinión es que el alma asienta en el abdomen, y esto nos permite discernir e interpretar una verdad hasta ahora ininteligible, a saber: que el glotón es el más devoto de los hombres. De él dicen las Escrituras que «hace un dios de su estómago». ¿Cómo entonces no habría de ser piadoso, si la Divinidad lo acompaña siempre para corroborar su fe? ¿Quién podría conocer tan bien como él el poder y la majestad a que sirve de santuario? Verdadera y sobriamente el alma y el estómago son una Divina Entidad; y tal fue la creencia de Promasius, quien, no obstante, erró al negarle inmortalidad. Había observado que su sustancia visible y material se corrompía con el resto del cuerpo después de la muerte, pero de su esencia inmaterial no sabía nada. Esta es lo que llamamos el Apetito, que sobrevive al naufragio y el hedor de la mortalidad, para ser recompensado o castigado en otro mundo, según lo haya exigido en éste. El Apetito que groseramente ha reclamado los insalubres alimentos del mercado popular y del refectorio público, será arrojado al hambre eterno, mientras aquel que firme, pero cortésmente, insistió en comer caviar, tortuga, anchoas, paté de foi gras y otros comestibles cristianos, clavará su diente espiritual en las almas de esos manjares, por siempre jamás, y saciará su divina sed en las partes inmortales de los vinos más raros y exquisitos que se hayan escanciado aquí abajo. Tal es mi fe religiosa, aunque lamento confesar que ni Su Santidad el Papa, ni su Eminencia el Arzobispo de Canterbury (a quienes imparcial y profundamente reverencio) me permiten propagarla".

Altar, s. Sitio donde antiguamente el sacerdote arrancaba, con fines adivinatorios, el intestino de la víctima sacrificial y cocinaba su carne para los dioses. En la actualidad, el término se usa raramente, salvo para aludir al sacrificio de su tranquilidad y su libertad que realizan dos tontos de sexo opuesto.AMISTAD, s. Barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta.

Autoestima, s. Evaluación errónea.

Batalla, s. Modo de desatar con los dientes un conflicto político que no pudo desatarse con la lengua.

Bigamia, s. Mal gusto que la sabiduría del futuro castigará con la trigamia.

Caníbal, s. Gastrónomo de la vieja escuela, que conserva los gustos simples y la dieta natural de la época pre-porcina. Cañón, s. Instrumento usado para la rectificación de las fronteras.

Capital, s. Sede del desgobierno. Abastece de fuego, olla, cena, mesa, cuchillo y tenedor al anarquista, quien sólo coopera con la desgracia antes de la comida.

Castigo, s. Lluvia de fuego y azufre que cae sobre los justos e igualmente sobre los injustos que no se han protegido expulsando a los primeros.

Cerradura, s. Divisa de la civilzación y el progreso.

Cínico, s. Miserable cuya defectuosa vista le hace ver las cosas como son y no como debieran ser. Los escitas acostumbran arrancar los ojos a los cínicos para mejorarles la visión.
Desobediencia, s. Borde plateado de una nube de servidumbre.

Destino, s. Justificación del crimen de un tirano; pretexto del fracaso de un imbécil.

Detener, v. Arrestar a alguien acusado de conducta insólita.
"Dios hizo el mundo en seis día y se detuvo al séptimo" (versión no autorizada de La Biblia)

Economía, s. Compra del barril de whisky que no se necesita por el precio de la vaca que no se tiene.

Egoísta, adj. Sin consideración por el egoísmo de los demás.

Erudición, s. Polvillo que cae de un libro a un craneo vacío.

Evangelista, s. Portador de buenas nuevas, particularmente (en sentido religioso) las que garantizan nuestra condenación y la salvación del prójimo.

Gobierno monárquico, s. Gobierno.

Hablar, s. i. Ser indiscreto sin ser tentado, a partir de un impulso sin propósito.

Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.

Homeópata, s. Humorista de la medicina.

Homeopatía, s. Escuela de medicina que está a mitad de camino entre la alopatía y la Ciencia Cristiana. Esta última es muy superior a todas las otras, pues puede curar enfermedades imaginarias, cosa que resulta imposible a las demás.

Ignorante, s. Persona desprovista de ciertos conocimientos que usted posee, y sabedora de otras cosas que usted ignora.

Innato, adj. Natural, inherente, como las ideas innatas, que po­seemos al nacer, porque nos fueron dadas antes de venir al mundo. La doctrina de las ideas innatas es una de las más admirables creencias de la filosofía, siendo ella misma una idea innata y por lo tanto irrefutable, aunque Locke neciamente creyó “ponerle un ojo en compota”. Al nú­mero de las ideas innatas ya clasificadas, debemos agregar la creencia en nuestra capacidad para dirigir un diario, en la grandeza de nuestro país, en la superioridad de nuestra civilización, en la importancia de nuestros asuntos personales y en el interés que nuestras enfermedades presentan para los demás.

Lógica, s. Arte de pensar y razonar en estricta concordancia con los límites e incapacidades de la incomprensión humana. La base lógica es el silogismo, que consiste en una premisa mayor, una menor y una conclusión, por ejemplo: "Mayor": Sesenta hombres pueden realizar un trabajo sesenta veces más rápido que un solo hombre. ."Menor": Un hombre puede cavar un pozo para un poste en sesenta segundos. "Conclusión": Sesenta hombres pueden cavar un pozo para un poste en un segundo. Esto es lo que puede llamarse el silogismo matemático, con el cual, combinando lógica y matemática, obtenemos una doble certeza y somos dos veces benditos.

Macho, s. Miembro del sexo insignificante. El macho de la especie humana es generalmente conocido (por la mujer) como Simple Hombre. El género tiene dos variedades: buenos proveedores y malos proveedores.

Magia, s. Arte de convertir la superstición en moneda contante y sonante. Hay otras artes que sirven al mismo fin, pero el discreto lexicógrafo no las nombra.

Malthusiano, adj. Relativo a Malthus y sus doctrinas. Malthus creía en la necesidad de limitar artificialmente la población, pero descubrió que eso no podía hacerse hablando. Uno de los exponentes más prácticos del malthusianismo fue Herodes de Judea, aunque todos los militares famosos han participado de esas ideas.

Maniqueísmo, s. Antigua doctrina persa según la cual hay guerra incesante entre el Bien y el Mal. Cuando el Bien abandonó la lucha, los persas se pasaron a la oposición victoriosa.

Médico, s. Alguien a quien lanzamos nuestras súplicas cuando estamos enfermos, y nuestros perros cuando nos hemos curado.

Ministro, s. Agente de un poder superior con una responsabilidad inferior. En diplomacia, funcionario enviado a un país extranjero como encarnación visible de la hostilidad de su soberano por ese país. El principal requisito para ser ministro es un grado de plausibilidad en la mentira apenas inferior al de un embajador.

Mitología, s. Conjunto de creencias de un pueblo primitivo relativas a su origen, héroes y dioses, por oposición a la historia verdadera, que inventa más tarde.

Moral, adj. Conforme a una norma de derecho local y mudable. Cómodo.
Dícese que existe en el Este una cadena de montañas y que a un lado de ella ciertas conductas son inmorales, pero que del otro lado son tenidas en alta estima; esto resulta muy ventajoso para el montañés, porque puede bajar ora de un lado, ora del otro, y hacer lo que le plazca, sin ofensa.

Nihilista, s. Ruso que niega la existencia de todo, menos de Tolstoi. El jefe de esta escuela es Tolstoi.

Pagano, s. Ser descarriado que incurre en la locura de adorar lo que puede ver y sentir.

Panegírico, s. Elogio de una persona que tiene las ventajas del dinero o del poder; o que ha tenido la deferencia de morirse.

Panteísmo, s. La doctrina de que todo es Dios, por oposición a la doctrina de que Dios es todo.

Patriota, s. El que considera superiores los intereses de la parte a los intereses del todo. Juguete de políticos e instrumento de conquistadores.

Patriotismo, s. Basura combustible dispuesta a arder para iluminar el nombre de cualquier ambicioso. En el famoso diccionario del doctor Johnson, el patriotismo se define como el último recurso de un pillo. Con el respeto debido a un lexicógrafo ilustre, aunque inferior, sostengo que es el primero.

Procaz, adj. Dícese del lenguaje que usan otros para criticarnos.

Racional, adj. Desprovisto de ilusiones, salvo las que nacen de la observación, la experiencia y la reflexión.

Radicalismo, s. El conservadurismo de mañana inyectado en los negocios de hoy.

Rapacidad, s. Previsión sin industria. Poder ejercido económicamente.

República, s. Nación en que, siendo la cosa que gobierna y la cosa gobernada, una misma, sólo hay autoridad consentida para imponer una obediencia optativa. En una república, el orden se funda en la costumbre, cada vez más débil, de obedecer, heredada de nuestros antepasados que cuando eran realmente gobernados se sometían porque no tenían otro remedio. Hay tantas clases de repúblicas como grados entre el despotismo de donde provienen y la anarquía adonde conducen.

Rito, s. Ceremonia religiosa o semirreligiosa establecida por la ley, el precepto o la costumbre, de la que se ha estrujado meticulosamente el aceite esencial de la sinceridad.

Satanás, s. Uno de los lamentables errores del Creador. Habiendo recibido la categoría de arcángel, Satanás se volvió muy desagradable y fue finalmente expulsado del Paraíso. A mitad de camino en su caída, se detuvo, reflexionó un instante y volvió.
--Quiero pedir un favor --dijo.
--¿Cuál? --Tengo entendido que el hombre está por ser creado. Necesitará leyes.
--Qué dices miserable! Tú, su enemigo señalado, destinado a odiar su alma desde el alba de la eternidad, ¿tú pretendes hacer sus leyes? --Perdón; lo único que pido, es que las haga él mismo.
Y así se ordenó.

Soga, s. Instrumento que va cayendo en desuso, para recordar a los asesinos que ellos también son mortales. Se coloca alrededor del cuello y acompaña al usuario hasta el fin de sus días. En muchos sitios ha sido reemplazada por un artefacto eléctrico, más complejo, que se aplica a otra parte del cuerpo; pero este sistema, a su vez, está siendo rápidamente sustituido por un aparato llamado "sermón".

Tonto, s. Persona que satura el dominio de la especulación intelectual y se difunde por los canales de la actividad moral. Es omnífico, omniforme, omniperceptivo, omnisciente, omnipotente. Fue él quien inventó las letras, la imprenta, el ferrocarril, el vapor, el telégrafo, la perogrullada y el circulo de las ciencias. Creó el patriotismo y enseñó la guerra a las naciones, fundó la teología, la filosofía, el derecho, la medicina y Chicago. Estableció el gobierno monárquico y el republicano. Viene de la eternidad pasada y se prolonga hasta la eternidad futura. Con todo lo que el alba de la creación contempló, tontea él ahora. En la mañana de los tiempos, cantaba en las colinas primitivas, y en el mediodía de la existencia, encabezó la procesión del ser. Su mano de abuela esta cálidamente cobijada en el sol puesto de la civilización, y en la penumbra prepara el nocturno plato del Hombre, moralidad de leche, y abre la cama del sepulcro universal. Y después que todos nos hayamos retirado a la noche del eterno olvido, él se sentará y escribirá una historia de la civilización humana.

Verdad, s. Ingeniosa mixtura de lo que es deseable y lo que es aparente. El descubrimiento de la verdad es el único propósito de la filosofía, que es la más antigua ocupación de la mente humana y tiene buenas perspectivas de seguir existiendo, cada vez, más activa, hasta el fin de los tiempos.

Verdugo, s. Funcionario de la ley que cumple tareas de la mayor dignidad e importancia y padece un desprestigio hereditario ante un populacho de antepasados criminales. En algunos estados norteamericanos, como New Jersey, sus funciones son desempeñadas ahora por un electricista; primer caso registrado por este autor en que alguien pone en duda las ventajas de ahorcar a los habitantes de New Jersey.

Wall Street, s. Símbolo de pecado expuesto a la execración de todos los demonios. Que Wall Street sea una cueva de ladrones, es una creencia con que todo ladrón fracasado sustituye su esperanza de ir al cielo.

Yugo, s. Implemento, mi estimada señora, a cuyo nombre latino, jugum, debemos una de las palabras más esclarecedoras de nuestro idioma: la palabra que define con precisión, ingenio y perspicacia la situación matrimonial.

viernes, 10 de abril de 2015

Los "Grupos Anarquistas Coordinados" y las operaciones policiales

En los últimos días, como es sabido, ha habido varias detenciones de lo que han denominado miembros de una, supuesta, organización anarquista. Ello ha dado lugar también a que se haya acuñado un término, que todos los medios generalistas han acogido con bastante alegría, llamada "anarcoterrorismo".

En dichas publicaciones, se ha podido leer que una organización llamada Grupos Anarquistas Coordinados (GAC) es el brazo operativo de FAI-FRI (Federación Anarquista Informal-Frente Revolucionario Internacional); no es casualidad la confusión de siglas y los medios la mencionarán en adelante con el nombre de FAI, como es sabido, una auténtica organización anarquista que considera esta operación policial simplemente como una nueva escala represiva sobre los que trabajan por la transformación social.

Sobre los GAC, poco puede rastrearse sobre su existencia, más allá de una presentación a mediados de 2012, sin que el movimiento anarquista sepa quiénes son ni, mucho menos, pueda vincularse de ningún modo a la supuesta actividad de estos grupos. Entre los nombres que adopta este "anarcoterrorismo", vinculado siempre a estos GAC, según las fuentes policiales y reproducido por los medios, está el descabellado de "Comando Mateo Morral", que sale a la luz hace unos años con la aparición de un artefacto explosivo en la madrileña Catedral de la Almudena, al que posteriormente se añade el apelativo de "Insurreccionalista"; "comando" y "anarquismo" son conceptos contradictorios, un simple oxímoron que adopta en este caso la forma de despropósito.

La Operación Pandora, en diciembre de 2014, supone detenciones y registros de diversos centros sociales anarquista en Cataluña; como no podía ser de otra manera, se les vincula al Comando Mateo Morral con las acusaciones de colocar varios artefactos explosivos, y se menciona ya a los Grupos Anarquistas Coordinados, que se considera una organización subversiva que adopta medios terroristas. Recientemente, a finales de marzo, una nueva operación policial llamada Operación Piñata supone nuevos registros en Madrid de centros sociales con la detención de una docena de personas acusadas de pertenencia a los GAC. En otras provincias de España, como Valladolid, Palencia y Granada, también se realizan detenciones en ese afán de vincular terrorismo con alguna organización anarquista. Como puede comprobarse fácilmente, los medios de todo tipo se hacen eco recientemente de la versión difundida con estas operaciones repitiendo las mismas ambigüedades y simplezas sobre los supuestos anarquistas; al parecer, el origen pudo estar en una nota de la Agencia EFE. Esa versión policial, convenientemente reproducida por los medios, roza el esperpento. Recomendamos este artículo, que profundiza en las supuestas pruebas y cargas sobre los detenidos y recuerda los numerosos montajes policiales para criminalizar al anarquismo.

Como es sabido, el Gobierno está llevado a cabo leyes represivas como la conocida como Ley Mordaza, que pretende justificar la creación de un Estado policial; estas detenciones, con el amplio eco mediático, que simplemente repite lo que afirman las fuentes policiales (que han transgredido, incluso, la simple presunción de inocencia), parecen la justificación de esas medidas legales. El impacto mediático es enorme, aunque en la mayor parte de los casos estas detenciones quedan en nada; nos referimos en este caso al anarquismo, pero puede aplicarse a muchos otros dispositivos policiales que hallan eco en el periodismo amarillo, no es nada nuevo que los modernos mass media buscan el sensacionalismo y hacen el juego de una manera u otra al Estado. Desgraciadamente, las nuevas tecnologías de la información, con su enorme e inmediata difusión, y en manos de grandes grupos de poder, parecen sirven para causar mayor ruido y para manipular sin demasiado margen para profundizar en las noticias.


Enlaces relacionados:
"La FAI ante una nueva represión del anarquismo".
"CNT en contra de la persecución al movimiento anarquista".
"Operación Pandora: el rastro de La Mano Negra".

lunes, 6 de abril de 2015

El pueblo kurdo y el anarquismo

Ante la ausencia de información en los medios generalistas sobre la resistencia del pueblo kurdo, frente a la barbarie religiosa y estatista, reproducimos a continuación una serie de primordiales artículos. Hace ya varios meses que el Estado Islámico, en Siria, trata de apoderarse de la región de Rojava donde el pueblo kurdo lleva a cabo una magnífica experiencia de democracia directa, asamblearia y de base, donde se busca la igualdad de género y el equilibrio étnico. Desgraciadamente, el silencio de la comunidad internacional resulta indignante, parece ser que debido a los intereses del Estado turco en guerra con el Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK), que también fue señalado como un movimiento terrorista por la comunidad internacional.

Este partido, sin embargo, aunque en origen marxista-leninista, ha tenido una encomiable evolución hacia posturas libertarias al igual que su fundador, Abdullah Ocalan, en una cárcel turca desde 1999. Fue al parecer la visión ecologista y anarquista de Murray Bookchin la que inspiró a Ocalan para renunciar a la vía estatal y apostar por comunidades autogestionadas y libertarias. Se trata de una maravillosa realidad a pesar de la hostilidad de prácticamente todo su entorno. 
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Los kurdos descubren el anarquismo
La región de Rojava en el Kurdistán sirio pone en marcha un sistema comunal y autogestionario influido por las ideas libertarias como alternativa al Estado Islámico.
Colectivo Rojava no está sola / http://rojavanoestasola.noblogs.org 

Desde el pasado mes de septiembre el mundo entero se ha fijado en los kurdos por la increíble resistencia y valentía de las mujeres y hombres de Kobane. Es sabido que el Estado Islámico (ISIS) está intentando apoderarse de la región kurda de Rojava en Siria, especialmente de Kobane. La conquista de esta ciudad supone para las fuerzas del ISIS un movimiento estratégico para apropiarse de una puerta de entrada en el norte de Siria. Por otro lado, Turquía permite a las fuerzas del ISIS moverse libremente por la frontera con Siria para atacar el cantón de Kobane, mientras que desaloja violentamente en la frontera a los campamentos de apoyo a Rojava y bloquea las ayudas que le puedan llegar. El Gobierno de Turquía, su presidente, Recep Tayyip Erdogan, y sus fuerzas armadas (no hay que olvidar que es el segundo mayor ejército de la OTAN después de EEUU) son claros cómplices de este asedio a Rojava, igual que han sido a lo largo de la historia responsables directos de la persecución y asesinato del pueblo kurdo.

También es sabido por todos que ninguno de los países de la comunidad internacional está interesado en apoyar a Rojava ni a nada que represente la autonomía del pueblo kurdo. Por eso observan el conflicto desde fuera, interviniendo únicamente cuando se trata de beneficio económico, ya sea para la venta de armas o para conquistar las materias primas en las que es rica la zona habitada por los kurdos (reservas petrolíferas y de gas natural). Leer artículo completo. 
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Socialismo, igualdad de género y ecología social en las montañas del Kurdistán (Giran Ozcan)


KCK (Koma Civakên Kurdistán, Unión de Comunidades del Kurdistán) es el nombre dado a esta organización social. El nombre –y la preparación de su cuadro teórico– ha sido propuesto por el líder del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), Abdullah Öcalan, en su celda de prisión de la isla Imrali, en Turquía; a pesar de esto, tanto Öcalan como el PKK reconocen sin dudar las indispensables y estimables contribuciones proporcionadas por Murray Bookchin.
La KCK es una organización paraguas, democrática, confederal, libre del Estado, la jerarquía y la explotación, del Kurdistán libre.

Dentro de la organización social KCK realizada en las montañas del Kurdistán, el concepto de dinero es superfluo. Las necesidades económicas de los habitantes son satisfechas internamente a través de la gestión compartida de los recursos. No obstante, el dinero se utiliza en las relaciones comerciales con el exterior; internamente, el dinero es inconcebible. Ningún particular ni ninguna comunidad dentro de la organización del KCK tiene necesidad de generar reservas de dinero o de recursos. Las reservas son distribuidas constantemente y, de este modo, utilizadas. Con referencia a las sociedades prejerárquicas y preexplotación, la organización KCK aporta la cultura del dar más que la del intercambiar.

La gestión compartida de la agricultura asegura una producción y un consumo autosuficiente de los recursos humanos, haciendo irrelevantes las reservas, el valor de cambio y la mercantilización de bienes.
La tentativa de emancipación femenina por parte de miembros del PKK y de sus dirigentes ha comenzado con la “destrucción de la virilidad”. Un ataque a los conceptos de falsa virilidad inoculada a los sujetos masculinos por parte del sistema patriarcal. Esta falsa virilidad funcionaba de manera que, mientras que cada hombre, en todas las células de su cuerpo, era oprimido y explotado por el sistema capitalista, a su vez no se abstenía de explotar a su propia madre, hermana, hija o esposa. Leer artículo completo. 
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¿Por qué el mundo ignora a los kurdos revolucionarios en Siria? (David Graeber)


En la zona donde se desarrolla la guerra de Siria, el Estado Islámico está a punto de deshacer una experiencia democrática. Que el resto del mundo no sea consciente de ello es un escándalo.
En 1937, mi padre se apuntó voluntario a luchar en las Brigadas Internacionales para defender la República española. Un intento de golpe de Estado fascista había sido aplastado temporalmente por la revuelta de los obreros, dirigida por anarquistas y socialistas. En una gran parte de España a ello le siguió una verdadera revolución social, instaurándose en ciudades enteras una gestión democrática directa, poniendo las industrias bajo el control de los trabajadores y favoreciendo el reforzamiento radical del poder de las mujeres.


Los revolucionarios españoles esperaban crear una sociedad libre que fuera ejemplo para todo el mundo. En lugar de eso, las potencias mundiales decretaron una política de “no intervención”, manteniendo un riguroso bloqueo contra la República incluso después de que Hitler y Mussolini, en teoría de acuerdo con la no intervención, comenzaran a enviar tropas y a suministrar armas para reforzar el bando fascista. El resultado fueron años de guerra civil que terminaron con el aplastamiento de la revolución y con una de las más sangrientas masacres de un siglo sangriento.

Nunca imaginé que pudiera suceder lo mismo en mi propia vida. Nunca ha tenido lugar dos veces un mismo acontecimiento histórico. Hay miles de diferencias entre lo que pasó en España en 1936 y lo que está pasando hoy en Rojava, las tres provincias kurdas del norte de Siria. Pero las similitudes son tan impresionantes y tan lamentables que siento que me incumbe intervenir, como alguien que ha crecido en una familia cuyas convicciones políticas estaban definidas por la Revolución española, para decir que no podemos dejar que la Historia termine del mismo modo. Leer artículo completo. 
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Revolución social en el Kurdistán (Rafael Taylor)


A medida que la perspectiva de la independencia kurda se hace cada vez más inminente, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se transforma en una fuerza para la democracia radical.
Excluidos en 1923 de las negociaciones del Tratado de Lausana y traicionados después de que los aliados de la Primera Guerra Mundial les prometieran un Estado propio tras la partición del Imperio Otomano, los kurdos son la mayor minoría del mundo sin un Estado. Pero hoy en día, aparte de una obstinada Irán, cada vez hay menos obstáculos para una independencia de iure kurda en el norte de Iraq. Turquía e Israel han prometido su apoyo, mientras que las manos de Siria e Iraq están atadas por los rápidos avances del Estado Islámico.

Con la bandera kurda ondeando en todos los edificios oficiales y la Peshmerga (fuerzas armadas del Gobierno Regional del Kurdistán, en el Kurdistán iraquí) junto a la tardía ayuda militar estadounidense manteniendo a los islamistas a las puertas, el sur de Kurdistán (Iraq) se une a sus compañeros en el oeste de Kurdistán (Siria) como la segunda región autónoma de facto del nuevo Kurdistán. Ya han comenzado a exportar su propio petróleo y han retomado la rica en yacimientos petrolíferos región de Kirkuk, tienen su propio parlamento electo (laico), han solicitado su ingreso en la ONU y no hay nada que el Gobierno iraquí pueda hacer –o que los Estados Unidos harían sin el apoyo de Israel– para detenerlo.

La lucha kurda, sin embargo, es cualquier cosa menos estrechamente nacionalista. En las montañas por encima de Erbil, en el antiguo corazón de Kurdistán serpenteando a través de las fronteras de Turquía, Irán, Iraq y Siria, ha nacido una revolución social. Leer artículo completo. 

jueves, 2 de abril de 2015

El movimiento anarquista en Cuba

El movimiento anarquista en Cuba fue importante y hegemónico durante varias décadas; a pesar de lo que sostiene la historiografía oficial, encontramos otro lugar donde las ideas libertarias tuvieron un papel predominante frente a los que insisten en que solo en España se produjo y como hecho excepcional.

A finales de la década de 1870, existía ya en Cuba un movimiento obrero bien organizado de carácter anarquista influido por España; se trata de una fuerza precursora en la isla de la lucha de clases, la organización sindical, el antirracismo y los derechos de la mujer, según el historiador Frank Fernández. En la década de los 80, del siglo XIX, se habían creado ya varias publicaciones ácratas como El Obrero (1883) o El Productor (1887). En ese momento, el proletariado en Cuba estaba dividido en dos: los llamados unionistas, controlados por los patronos, y los anarquistas, una poderosa escuela socialista; insistimos en que el anarquismo era la principal fuerza revolucionaria, tal y como está documentado. Si apenas se hablaba de Marx y Engels, los grandes pensadores anarquistas eran muy conocidos entre los obreros cubanos y españoles trabajadores en las tabaquerías. El primer congreso obrero en Cuba se produjo en 1887; en los acuerdos del mismo puede comprobarse las adelantadas ideas de los anarquistas cuando combaten por la igualdad entre blancos y negros en un contexto profundamente racista. Es gracias a esa influencia ácrata en el movimiento obrero que se producen grandes logros laborales y sociales. En 1888, se forma otra combativa asociación obrera, la Alianza, que lleva a cabo notables acciones, dentro y fuera de Cuba (al sur de Estados Unidos, hay enclaves industriales del trabajo que también recogen la influencia anarquista); la gran bandera libertaria es la fraternidad universal, por encima de las razas y la naciones. Otra organización que propició el Congreso fue la Federación de Trabajadores de Cuba, que puede considerarse la primera asamblea de obreros en Cuba reunidos de forma permanente para llevar a cabo sus aspiraciones sociales. La exitosa huelga de los obreros del gremio tabacalero, iniciada en octubre de 1887, tuvo el paraguas protector de la Federación, la Alianza y El Productor.

Enrique Roig San Martín.
Una de las figuras libertarias más prestigiosas fue Enrique Roig San Martín (1843-1889), ideólogo y organizador del movimiento anarquista cubano, actor principal en el citado congreso de 1887. Desde la publicación El Productor, Roig orientará y alentará las huelgas de los obreros; los anarquistas logran en menos de un año (1888) dos huelgas importantes en un mismo sector, llevan a la práctica sus ideas, establecen un vínculo solidario con compañeros de fuera e inician la lucha de clases en Cuba. Roig, notable escritor y pensador, representaba las más avanzadas ideas anarquistas, por encima de las republicanas también contrarias al colonialismo español. Es esta influencia ácrata la verdadera protagonista de aquellos inicios de la organización obrera en Cuba, por encima de intereses electorales y pactos gubernamentales que pudieran tener otras fuerzas.
En 1890, se celebra el 1 de mayo por primera vez en Cuba, como un gran acto masivo y público de desafío a los patronos; fue un largo desfile de obreros, blancos y negros, cubanos y españoles, hombres y mujeres, todos unidos respondiendo al ideal libertario de fraternidad. Se aprovechó aquel acto para lanzar una severa crítica al sistema colonial español con sus abusos laborales y morales. Durante la Guerra de Independencia Cubana, los anarquistas comprendieron que no podían mantenerse divididos de las fuerzas separatistas, ya que el integrismo español pretendía usar a los ácratas para fragmentar la oposición al colonialismo; por supuesto, eso no implicó la renuncia a ningún ideal ni a la transformación revolucionaria.


Precisamente, fue la carismática figura de José Martí la que empujó a tantos anarquistas a abrazar la causa independentista, aunque muchos de ellos permanecieran fieles a sus ideas socialistas y libertarias. En 1892, Martí impulsa la fundación del Partido Revolucionario Cubano (PRC), que no puede considerarse una mera fuerza electoralista y sí un movimiento revolucionario al estar compuesto de grupos autónomos heterogéneos y por propiciar la descentralización y la democracia directa; dos de aquellos grupos, denominados clubes, eran anarquistas bajo los nombres de Roig San Martín y Fermín Salvochea. Martí, a pesar de tener unas ideas sociales avanzadas, no creía en la lucha de clases por considerar que desembocaba en la violencia; los propósitos de los anarquistas estuvieron bien diferenciados de los de Martí, ya que no consideraban un objetivo final una república democrática independiente, aunque sí la valoraban como un marco de mayores libertades para continuar la labor revolucionaria.
Las promesas de cambios sociales sostenidas por Martí desaparecen con su muerte prematura en 1895 en combate contra las tropas españolas. En aquel proceso bélico de lucha por la independencia, los anarquistas estuvieron divididos: algunos se convirtieron en combatientes y otros fueron contrarios a la guerra civil, aunque no hubo división radical entre las dos posturas y, en general, los ácratas colaboraron con los separatistas de un modo u otro. No obstante, hay que hacer hincapié en la fuerza de los principios anarquistas, según los cuales, ni la guerra civil ni la posterior república independiente llevarían a la verdadera libertad social; muchos otros países servían como ejemplo y en ellos se continuaba persiguiendo al movimiento anarquista. Era la primera vez que se discutió en el anarquismo, a nivel internacional, sobre la conveniencia o no de participar en una guerra de independencia; en España, la crueldad de la guerra y la política de Cánovas del Castillo propició una gran tensión social en la que los anarquistas tuvieron un papel principal; las víctimas ácratas en Montjuic y los horrores coloniales en Cuba y Filipinas, empujaron al anarquista Angiolillo a asesinar a Cánovas en agosto de 1897. Su sucesor fue Mateo Sagasta, que decretó una autonomía para Cuba, algo que no satisfizo a nadie, lo que fue aprovechado por los Estados Unidos para iniciar una guerra contra España; aquello desembocó en la derrota y pérdida de sus colonias por parte del gobierno español. El separatismo cubano fue también finalmente derrotado, ya que Cuba pasó de la autonomía tuteada por España al proteccionismo económico norteamericano.

En 1899, los anarquistas se reorganizaron bajo la Alianza de Trabajadores, objeto muy pronto de la represión estatal; en septiembre de ese mismo año, también nace una nueva organización obrera, la Liga General de Trabajadores, con importante influencia libertaria a pesar de tener un perfil moderado. En febrero de 1900, el gran pensador y escritor anarquista Errico Malatesta fue a Cuba para dar conferencias y entrevistas para diversas publicaciones; muy pronto, dicha gira será también reprimida por las autoridades. A su regreso a Estados Unidos, Malatesta escribirá un artículo en el que dará su visión sobre Cuba, recordando que el problema social continúa en la república e instando a los compañeros a que tomen "su puesto entre los elementos más adelantados (…) luchar por la emancipación integral de la humanidad". A comienzos del siglo XX, efectivamente, los anarquistas siguieron criticando injustas situaciones sociales y laborales que persistían; en torno a 1902, junto a otras organizaciones sindicales, los anarquistas intentan organizar la industria del azúcar, principal en Cuba, pero los propietarios responden incluso con asesinatos. El panorama social en aquellos años no podía ser más frustrante; igual que en España, liberales y conservadores se alternaban en el poder y ninguno de ellos tenía la más mínima conciencia social. La única diferencia era que, mientras los conservadores perseguían sin más a los anarquistas, los sectores más progresistas del Partido Liberal trataban de atraerlos con pequeños favores para manipularlos.
Como es lógico, los anarquistas intentarán también en Cuba incidir en la educación para preparar la futura revolución social y como alternativa a las escuelas católicas y estatales; uno de los modelos será la pedagogía de la Escuela Moderna de Francisco Ferrer, como puede verse en manifiestos publicados en 1908 en las publicaciones ¡Tierra! y La Voz del Dependiente.

A partir de 1911, después de una huelga poco exitosa en diversos sectores, se inició una nueva represión y muchos anarquistas cubanos fueron encarcelados mientras que otros españoles fueron deportados. Los gobiernos en la república cubana serán cada vez más autoritarios. En 1915, se producen nuevas deportaciones debido a las leyes contrarias al anarquismo y el periódico ¡Tierra! es suspendido. En aquel momento, nace un documento llamado Manifiesto de Cruces, de notable redacción literaria y fuerte combatividad anarquista, que tuvo una gran repercusión; era la resistencia de un grupo de trabajadores frente al destino de hambre y represión que heredaban generación tras generación.
Alfredo López.
En 1917, se inicia en la Isla un periodo dictatorial con grandes convulsiones sociales; el local anarquista más notable de aquella época fue el Centro Obrero de La Habana, desde el que se planificaron en los años siguiente todo tipo de huelgas, boicots y actividades. En 1920, con cierta calma social iniciada, hubo un Congreso ácrata en la Habana donde se acuerda la formación de una Confederación Nacional de Trabajo; en ese momento, los ácratas siguen estando a la cabeza del movimiento obrero en Cuba. La etapa más constructiva del anarquismo en Cuba se inicia en ese momento, con un gobierno moderado en el poder: proliferan las publicaciones liberarías, se editan libros y folletos, se crean ateneos, centros obreros y clubes naturistas; los anarquistas, en aquellos años, son los primeros que, sin muchos medios y con total autonomía, organizan, agrupan y orientan a la mayor parte de los trabajadores del campo y la ciudad en un esfuerzo sin parangón en la historia de Cuba. Merece la pena destacar el nombre de Alfredo López, de filiación netamente anarquista, figura que emerge del Congreso de 1920 y, desgraciadamente, tiene su fin en 1926 al ser asesinado. López es uno de los promotores de la creación de la Federación Obrera de La Habana (FOH), en 1921, que no está formado exclusivamente por sindicatos anarquistas, pero sí son los más numerosos y las ideas libertarias son las de mayor influencia; a pesar de contar con la oposición de algunos anarquistas, partidarios de una organización netamente anarcosindicalista, en general se terminaron aceptado las posturas unitarias de Alfredo López.

En 1925, se celebrará el Segundo Congreso Nacional Obrero (febrero) y el tercero en agosto; en este último se decide la creación de la Confederación Nacional Obrera Cubana (CNOC), la cual reúne a todos los sindicatos, hermandades, uniones, gremios y asociaciones proletarias de Cuba; la influencia del anarcosindicalismo en el Congreso es innegable. En las Actas del Congreso de la Fundación de la CNOC estuvieron los acuerdos del rechazo a la acción electoral, la demanda de las ocho horas, el derecho a huelga y el profundo deseo de no burocratizar la organización; por primera vez en la historia de Cuba, una mujer es nombrada presidenta, Juana María Acosta.
El triunfo electoral del Partido Liberal, al frente del cual estaba Gerardo Machado, inició una crisis de las ideas anarcosindicalistas en Cuba. El muy autoritario Machado fue consciente de que la CNOC era un obstáculo para sus objetivos políticos, por lo que estimuló a los elementos más reformistas de la organización obrera, mientras que el ala más progresista de los liberales desapareció por completo. Se inició una fuerte política de desprestigio y represión sobre los anarquistas, como no había conocido la Isla en su historia sindical; no se hizo esperar la respuesta de los elementos más radicales dentro del anarquismo contra Machado, incluyendo el intento de magnicidio, creándose grupos de acción y fundando la Federación de Grupos Anarquistas de Cuba (FGAC). La dictadura de Machado tiene su fin en 1933 debido a un serie de factores políticos, no sin antes llevar a cabo criminales actos represivos; en aquella caída, tuvieron un papel protagonista los anarquistas, atrincherados en la FOH. La FGAC denunciará después mediante un manifiesto la deriva colaboracionista de la CNOC, en la que los comunistas tuvieron un papel importante

Después de la dictadura de Machado, los anarquistas no quedan en una buena posición, ya que sus más esforzadores activistas y orientadores habían sido víctimas de la represión estatal. Así, cuando en septiembre de 1933 se produce un golpe de estado, contra un gobierno provisional cimentado por los Estados Unidos que había sustituido al de Machado, los anarquistas se encuentran en un estado preorganizativo. El nuevo es un gobierno de perfil izquierdista y presuntamente revolucionario; el desafío que lanzaron a la embajada norteamericana, junto a su política intervencionista, supuso que no durará más de 100 días. Ante de eso, había promulgado una ley que afectaría notablemente al movimiento anarquista; por la misma, los patronos no podían emplear a más del 50% de trabajadores extranjeros, por lo que muchos militantes libertarios tuvieron que abandonar el país y trasladarse a España, lugar donde les esperaría la cruenta Guerra Civil. En Cuba, los comunistas comenzaban a influir sobre la clase obrera y lanzaban todo tipo de infundios sobre los anarquistas; entre ellos, las acusaciones de ser agentes al servicio de los Estados Unidos, e incluso tildándoles de fascistas, algo que antecederá a las acusaciones que vendrán tras el triunfo de la revolución de Castro. Por su parte, Fulgencio Batista se estaba convirtiendo en el protagonista del régimen, ayudado por los Estados Unidos, por la burguesía y por el capitalismo en general; se estableció una dictadura a la que, por supuesto, se opusieron los anarquistas a pesar de que la situación para ellos no supusiera una gran diferencia. Hay quien menciona cierta dificultad, en el movimiento anarquista, para hacer entender a la nueva generación con los veteranos supervivientes de tan convulsos tiempos, los cuales se habían atrincherado en la Federación de Grupos Anarquistas de Cuba; los jóvenes, por su parte, fundaron en La Habana la Juventud Libertaria de Cuba.

En 1936, al comenzar la Guerra Civil Española, los anarquistas cubanos crean en La Habana la Solidaridad Internacional Antifascista para ayudar a la CNT y la FAI; la solidaridad con los españoles, a pesar de la depresión económica en la Isla, fue considerable y muchos libertarios cubanos acudieron a luchar en el conflicto español. Con la derrota republicana, muchos de los supervivientes fueron repatriados a Cuba, los cuales fueron objeto de la solidaridad de los compañeros cubanos gracias a un notable esfuerzo solidario. Cabe destacar que Cuba fue un lugar que sirvió de trampolín para ubicar en el continente a los anarquistas exilados, desde Chicago a Buenos Aires.
II Congreso de la ALC.
A finales de la década de los 30, el movimiento obrero estaba controlado por los comunistas, bajo la tutela del Estado; el Partido Comunista Cubano había pactado con Batista, apoyándole electoralmente, y este había sabido devolverle el favor. En 1940, gracias a derechos garantizados por la Constitución cubana, en la redacción de la cual intervinieron representantes de todas las clases sociales, los anarquistas pudieron organizarse mejor. La SIA y la Federación de Grupos Anarquistas de Cuba se disolvieron y nació la Asociación Libertaria de Cuba, que tuvo su primer congreso en 1944 y el segundo en 1948 con el discurso inaugural de Augustin Souchy, que representaba a la Alianza Internacional de Trabajadores y que había tenido una activa participación en la CNT, en la Revolución española y en las Jornadas de Mayo de 1937; el órgano oficial de la Asociación se denominará Sociedad Gastronómica, publicado sin interrupción hasta su clausura en 1960 por el régimen castrista.

A partir del comienzo de la década de los 40, los anarquistas se esforzarán a nivel organizativo y se fundarán grupos de acción entre estudiantes y obreros deseosos de paliar la influencia comunista. A partir de 1947, se produce un nuevo renacer libertario y en La Habana se publican algunos boletines de propaganda e información firmados por la Federación de Juventudes Libertarias de Cuba, así como un Boletín de la subdelegación de la CNT de España. Gracias al prestigio y honestidad de los militantes anarcosindicalistas se logra influir sobre el sindicalismo oficial, orientando a numerosos sectores como los de transportes, gastronomía, construcción o plantas eléctricas. Los anarquistas del interior de la Isla crean las Asociaciones Campesinas para que los lugareños más humildes, sin tierra ni recursos, se organicen; ya tiempo atrás, los ácratas habían establecido exitosamente colectividades agrícolas libres en el sur de Oriente.
Un documento importante que salió del mencionado Segundo Congreso de la ALC, en 1948, se publicó ese mismo año en forma de folleto con una serie de dictámenes; se contemplaba en el mismo la creación de una sociedad libertaria en Cuba, apelando a todos los sectores económicos y sindicales, se declaraba el movimiento anticapitalista y antiimperialista (aludiendo, tanto a EEUU, como a la URSS), y se arremetía contra los comunistas de perfil estalinista y contra la Iglesia Católica. Un Tercer Congreso se produjo en marzo de 1950 con la intención de influir definitivamente sobre el movimiento obrero y despojarle de toda deriva burocrática e influencia sectaria; a pesar de querer también orientar la independencia del sindicalismo oficial, representado por Confederación de Trabajadores de Cuba, se trata de crear otra organización independiente, algo que fracasó debido a los numerosos obstáculos reformistas, comunistas y gubernamentales. Merece la pena destacar en aquellos tiempos una publicación anarquista iniciada en abril de 1950, Estudios. Mensuario de Cultura, editada en La Habana; se trataba de una revista moderna con excelente contenido. Por su parte, se continuaba editando El Libertario desde la década anterior, en formato periodístico, el cual se clausuraría oficialmente en abril de 1952.

En marzo de 1952, Batista había dirigido un golpe de Estado violando el principio constitucional cubano; no obstante, el contexto popular es en general de bastante indiferencia por ser el gobierno anterior extremadamente corrupto. Los comunistas, a pesar de que no recobran su primacía en la CTC, pactan con Batista. Los anarquistas, como no podía ser de otra manera, fueron unos activos combatientes contra la dictadura junto a diversos grupos guerrilleros e incluso participaron en el Movimiento 26 de Julio fundado por Fidel Castro. En marzo de 1955, los anarquistas convocan una denominada Conferencia Nacional Libertaria en la que se confirman los principios de lucha por la libertad frente al régimen dictatorial, algo con lo que serán coherentes hasta el final; destacamos un folleto publicado en 1956, llamado Proyecciones libertarias, en el que se denunciaban los desmanes de la dictadura y se prevenía ante el movimiento de Fidel Castro. Por su parte, Solidaridad Gastronómica, órgano de la ALC, continuaba publicándose defendiendo los principios anarquistas a pesar de las dificultades. En abril de 1957, se celebró la Conferencia Anarquista Americana, en Montevideo, a la que la ALC envió dos delegados; en los acuerdos, se decidió combatir severamente todas las dictaduras en Latinoamérica, incluida por supuesto la cubana. El régimen de Batista perseguirá a los anarquistas, los cuales se unieron a la lucha armada contra la dictadura.
 
Los intereses norteamericanos y los de la burguesía cubana se consideran en peligro en aquellos momentos y ya no ven a Batista como un aliado, por lo que financiarán al resistente movimiento castrista; el historiador Frank Fernandez considera que, a pesar de la propaganda posterior, la violencia armada contra Batista de Castro nunca tuvo una base obrera y campesina, sino que fue en gran medida obra del capitalismo y de la burguesía. El Partido Comunista empieza a negociar con elementos afines entre los guerrilleros, para hacerlo posteriormente con el propio Castro; éste, pronto firmará en Caracas un pacto con toda la oposición, mientras dice mantener un programa de justicia social y reformismo político al estilo de la Constitución de 1940. En 1958, Batista ya no podía contender a los rebeldes y huyó de Cuba; comenzará otra etapa para la Isla y para el movimiento anarquista.

Recordemos el mencionado folleto Proyecciones libertarias, donde ya se advertía sobre la figura de Castro y su afán desmedido de poder. Los libertarios desconfiaban de Fidel, pero no así la burguesía los políticos y la embajada estadounidense, que esperaban poder manipularle a su gusto. Muy pronto, se creó un gobierno que sentó las bases para la posterior represión; los llamados Tribunales Revolucionarios llevaron a cabo juicios sumarísimos y restablecieron la pena de muerte, llevada a la práctica también por motivos políticos. A pesar de que los elementos anarcosindicalistas serían pronto apartados del movimiento obrero, publicaciones libertarias como Solidaridad Gastronómica y El Libertario se mostraron en un primer momento cautos e incluso favorables hacia el gobierno revolucionario. No obstante, la Asociación Libertaria de Cuba dejó claras sus reticencias hacia el nuevo panorama político y denunciarán la pérdida de autonomía del movimiento obrero y la progresiva influencia del Partido Comunista, que paradójicamente había gozada de privilegios en la dictadura de Batista. Merece la pena nombrar el caso de uno de los barbudos protagonistas de la triunfante insurrección contra Batista, Camino Cienfuegos, hijo de un antiguo anarquista, que desapareció muy pronto en un accidente de aviación en octubre de 1959. La carismática figura de Camilo fue utilizada por el régimen de Castro haciendo creer al anarquismo internacional que era un militante libertario; existen evidencias de que nada tenía que ver Cienfuegos con el anarquismo y que fue una mera artimaña para atraerse las simpatías del movimiento libertario.

Conscientes del desastre de la deriva autoritaria del régimen castrista, los anarquistas, en 1960 realizaron una Declaración de Principios llevada a cabo por la Agrupación Sindicalista Libertaria (siglas que escondían, por miedo a la represión, a la Asociación Libertaria de Cuba) en la que se atacaba al Estado de todas las formas posibles, al centralismo agrario propuesto por la Reforma Agraria Gubernamental, así como al nacionalismo, al militarismo y al imperialismo. Los anarquistas hacían énfasis una vez más en la libertad individual (como base para la libertad colectiva), en el federalismo y en la educación libre. Era un sincero y feroz ataque ideológico a la llamada Revolución Cubana, y las acusaciones a sus autores de estar a sueldo de los Estados Unidos no tardaron en llegar.  Después de aquello, el anarquismo y el anarcosindicalismo no pudieron ejercerse al erradicarse la libertad de prensa y no poder hacerse propaganda de las ideas. Pocos militantes quedaron en Cuba, sufriendo un miserable despotismo. A mediados de 1960 comenzó el éxodo de los anarquistas hacia Estados Unidos, país elegido numerosas veces por aquellos perseguidos que lo consideraban un lugar con oportunidad de ganarse el sustento y también por su cercanía para proseguir la lucha. En el verano de 1961, se constituyó en Nueva York el Movimiento Libertario Cubano en el Exilio (MLCE); paralelamente, nació en Miami otro grupo similar. Por otra parte, en agosto de 1961 se publicó en Santiago de Chile un panfleto firmado por la Federación Anarquista Internacional con el nombre de Manifiesto de los anarquistas de Chile sobre la Revolución Cubana ante los imperialismos yanqui y ruso, que tuvo una pobre distribución y sufrió el boicoteo marxista; en él se denunciaba el castrismo por primera vez a nivel hemisférico y seguía la misma línea del publicado en La Habana por los libertarios.

Abelardo Iglesias.
La posición anarquista con respecto al castrismo estaba ya clara, a pesar de las ambigüedades de ciertas figuras del anarquismo internacional, especialmente en Europa. La incansable actividad intelectual de algunos anarquistas cubanos hace que se expongan con claridad meridiana conceptos como los siguientes: "expropiar empresas capitalistas, entregándolas a los obreros y técnicos, eso es revolución"; "pero convertirlas en monopolios estatales en los que el único derecho del productor es obedecer, esto es contrarrevolución". En 1963 vio la luz en Buenos Aires un folleto de cerca de 100 páginas llamado Revolución y dictadura en Cuba, escrito por el anarquista cubano Abelardo Iglesias, donde se especifican la sumisión a la política exterior soviética y la "táctica correcta" que supone la "Guerra revolucionaria". No obstante, a finales de la década, la propaganda del castrismo parecía estar ganando la batalla y demasiados medios libertarios de Europa y América Latina tendían cada vez más a apoyar la Revolución Cubana, teniendo que soportar el MLCE nuevas acusaciones de estar al servicio de la reacción. El historiador Frank Fernández sitúa un punto de inflexión con la publicación en 1976 en Canadá del libro The Cuban Revolution: A Critical Perspective (La Revolución cubana: un enfoque crítico), de Sam Dolgoff, excelentemente distribuido y que "hizo un impacto demoledor entre las izquierdas en general y los anarquistas en particular". El libro constituyó un certero enfoque crítico del castrismo, recogiendo la lucha del MLCE y propiciando su reconocimiento internacional. En 1979, el MLCE inició también una nueva publicación, Guángara Libertaria, que en 1985 tendrá ya corresponsables por todo el mundo; llegará a ser la principal publicación anarquista en Estados Unidos, pero su actividad cesará en 1992 a pesar de que sus miembros seguirán estando muy activos.

A comienzos del siglo XXI, superadas las polémicas del pasado, no existen prácticamente anarquistas que pudieran ya defender ningún tipo de evolución libertaria de un régimen totalitario basado en el control absoluto y en la máxima explotación por parte del Estado y del capital; recordaremos que en la Isla operan empresas del capitalismo internacional, a pesar del bloqueo de los Estados Unidos, el cual dificulta los intercambios comerciales, pero no los impiden. Los anarquistas que abandonan la Isla de los años 70 para acá forman una nueva generación del Movimiento Libertario Cubano en el Exilio, red de la que forman parte ácratas de diversas partes del mundo. Esta organización nada tiene que ver con la reaccionaria oposición de Miami, pero sí le merece el respeto de esa otra, mayoritaria, que tal vez no tengan un proyecto político revolucionario, pero sí cree en el establecimiento de un esquema de libertades elementales y en el respeto a los derechos humanos.

Respecto al interior de la Isla, Cuba Libertaria es el boletín del Grupo de Apoyo a los Libertarios y Sindicalistas Independientes en Cuba (GALSIC), cuyo primer número aparece en febrero de 2004. El GALSIC es un grupo informal, sin una estructura organizativa permanente, que tiene la intención de coordinar de forma puntual para difundir iniciativas e información en apoyo de los libertarios y los sindicalistas cubanos en su lucha contra el régimen dictatorial de los Castro. Octavio Alberola, el veterano anarquista, es uno de los activos promotores de esta iniciativa; él considera que existe una disidencia mayoritaria en Cuba no vinculada con los Estados Unidos, a pesar de no tener presencia mediática, tanto por intereses del régimen cubano como del gobierno estadounidense. El sindicalismo independiente en Cuba sabe que tiene una ardua tarea, primero por la lucha contra el gobierno cubano, luego por combatir mañana contra la implantación del capitalismo cubano muy probablemente aliado con las mafias burocráticas que actualmente detentan el poder en la isla. Como es lógico, el sistema totalitario imposibilita la cuantificación real de los grupos anarquistas en Cuba, los contactos con el exterior son mínimos debido a la feroz represión y a los escasos medios, pero a buen seguro que existirá un nuevo auge tras el fin del régimen autoritario.


Fuentes:
Carlos M. Estefanía, "España y el anarquismo en Cuba".
Carlos M. Estefanía, "Los anarquistas cubanos a fines del siglo XIX: los libertarios y la guerra del 95".
Frank Fernández, El anarquismo en Cuba (Fundación Anselmo Lorenzo, Madrid 2000).
Frank Fernández, "Los precursores del Primero de Mayo. La primera jornada, La Habana 1890", en Germinal. Revista de Estudios Libertarios núm.8 (octubre 2009).

Cuba Libertaria. Boletín del Grupo de Apoyo a los LIbertarios y al Sindicalismo Independiente en Cuba.
Entrevista con Octavio Alberola sobre la perspectiva antiautoritaria en Cuba.
Entrevista al Movimiento Libertario Cubano en el Exilio.