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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Otto Gross

En la entrada anterior, mencioné de pasada a Otto Gross, que aparece en la película Un método peligroso. Merece la pena leer algo sobre un hombre que tuvo el mérito de sintonizar la transformación social con la liberación del autoritarismo en el individuo en el marco de una sociedad patriarcal y burguesa. Estass notas biográficas están sacadas de un libro Frank Jungz y los fragmentos son de la obra de Gross Más allá del diván (Alikornio Ediciones, Barcelona 2003).

Otto Gross nació en 1877 en Tchernovtsy, una ciudad ucraniana que entonces pertenecía al imperio Austro-Húngaro. Era el hijo único de un padre que ejercia de primer fiscal en aquella ciudad. Éste, darwinista social convencido, perfeccionó un sitema antropométrico para la identificación de personas, mejoró los sistemas de la policía política, introdujo códigos de registro de sospechosos y destacó con otras medidas orientadas a garantizar y ampliar el poder del Estado.
Otto Gross creció, pues, en el seno de una familia dominada por un padre autoritario, demiurgo de la obediencia ciega y pedante a más no poder.  Estudia medicina. Sus compañeros de estudio lo describieron como una persona tímida, retraida y poco sociable que rehuía tanto el alcohol como las mujeres. Finalizado sus años de practicas, se hace asistente de Freud, que acaba de publicar sus primeros análisis de sueños. Parece que los dos congenieran bastante bien al principio. Se doctora en "Psicopatología" en la universidad de Graz. En 1902 publica La función cerebral secundaria, uno de los primeros intentos de sistematización de la psicología, y al que C. G. Jung dedica un capitulo entero a cuenta  de su elaboración de la definición de tipos psicológicos. Poco más tarde, Jung personalmente, a instancias de Freud, tratará  psicológicamente a Gross ya achacado de de sintomas evidentes de adicción a narcóticos como cocaina, opio y morfina. Le diagnosticaron primero, "neurosis obsesiva" y, después, "dementia praecox". Gross se sustrajo del tratamiento saltando el muro del hospital.
En 1906, el reformismo moderado que se había impuesto en el Partido Socialdemocrata había dejado huerfanos de una organización de masas a todos aquellos que no querían o no podían renunciar a la utopía de un nuevo mundo.
Su conclusión fue que el conflicto entre lo propio y lo ajeno -impuesto por el Estado y la Familia- era el origen del conflicto interior. Su analisis de la soledad del niño congeniaba con la creciente sensación de una soledad interior y exterior. En 1910 se traslada con algunos discípulos a Monte Veritá cerca de Ascona (Suiza). Se trataba de un monte "mágico" en el Tesino, en el que anarquistas y artistas ensayaron una vida comunitaria en consonancia con la naturaleza. Allí predicaban la abolición de la moral sexual y el amor libre. En este tiempo ya se había separado de su primera mujer y vivía con una pintora paciente suya. La convivencia con Sophie Benz no solo servía para intentar tratarla a ella, sino tambien para explorarse y analizarse a sí mismo. Al parecer, Sophie no podía superar el trauma que había sufrido por una violación y se envenenó ante los ojos de Gross. Este suicidio -que ya era el segundo que había tenido que vivir- hundió a Gross en una crisis profunda. Además, es acusado de negligencia, por lo que se dicta una orden de busca y captura contra él. Se somete a un tratamiento siquiáatrico y luego huye a Suiza, donde quiere montar una universidad libre. Al mismo tiempo, daba cuenta de la fisura masiva que en los años antes de la Primera Guerra Mundial se había producido entre los hijos y los padres, el mismo conflicto generacional de la modernidad a punto de entrar en su primer cataclismo. En 1915, muere su padre sin que este hecho le liberara de su condición de tutelado; es destinado a un hospital militar, pero su estado empeora y se tiene que someter otra vez a una nueva cura de desintoxicación. En septiembre de 1917, finalmente, le conmutan la tutela por locura, por una tutela parcial. Liberado de este peso viaja con su nueva esposa y el hijo común a Budapest y Praga, donde conoce a Franz Kafka sobre el cual ejerce una influencia considerable, hasta tal punto que su novela "El proceso" podría haberse basado en las circunstancias de la detención de Gross.
En 1918, vuelve a Austria. Parece que esta implicado en los preparativos de la revolución, ya que pide para sí un "Ministerio para la liquidación de la familia y de la sexualidad burguesas". Fracasa la revolución en Austria y se traslada a Munich donde intenta conectar con los comunistas consejistas.
Decepcionado por el fracaso de la revolución, y enfrascado en una autoanálisis demoledor, vuelve a refugiarse en la casa de Franz Jung en Berlin. En esta época, publica sus textos más politicos: "La concepción fundamentalmente comunista de la simbología del paraiso","Situación de los intelectuales", "Sobre la formación intelectual del revolucionario", entre otros.
A pesar de la claridad analìtica y lógica de sus textos y la esperanza que emana de ellos, Gross se hunde cada vez más. Ya no hay nadie ni nada que tenga un bálsamo pra sus heridas abiertas y su sensibilidad desnuda por tantos años de exploración del alma humana. Se ve de nuevo traumatizado por recuerdos traumaticos de su infancia y que no es capaz de controlar. Cuando finalmente también se rompe su relación con Franz Jung, empieza a deambular por las calles de Berlín. Pierde el sentido de las reglas minimas de convivencia social y se deja consumir por los narcóticos, hasta que una noche helada de febrero de 1920 se arrastra a un pasillo de una nave industrial, y al cabo de dos días lo encuentran agonizando a causa de la desnutrición y la pulmonía. De esta manera, ni siquiera pudo cumplir su fantasía de superar el trauma causado por su padre mediante un acto revolucionario que perpetraría a los 45 años y en el que mataría a un fiscal o a un presidente de alguno de los jurados que habían condenado sus amigos, y en el que él mismo moriría.

"La Concepción Fundamentalmente Comunista de la Simbólica del Paraiso"
Me parece acertado llamar, precisamente en estos mometos, la atención sobre una obra que hace tres mil años ya formulo la idea de que la construcción de la civilización, desde la construcción matriarcal-comunista de los tiempos primitivos, se basaba en un error fundamental y que veía como misión de futuro la recuperación del bien perdido mediante la subversión del sistema autoritario construido desde entonces (...). Es precisamente ahora, cuando el renacimiento del ideal comunista anunciado por él esta comenzando a convertirse en hechos. (...)
He aquí la diferencia decisiva esencial. El matriarcado sitúa el conjunto de los derechos y obligaciones, de responsabilidad y vinculo entre los individuos, por un lado, y la sociedad, por otro. La institución patriarcal, en cambio, desplaza el centro de gravedad al vinculo jurídico entre los individuos.
Donde impera el matriarcado toda entrega individual solo puede hacerse valer en la relación del individuo con la sociedad y toda sensación de poder solo existe en la colectividad. (El poder, en tanto que elemento supra-individual soportado por el conjunto de la sociedad unificada en la compresión universal entre sí, se expresa para nosotros en el simbolo injente de la construcción de la torre de Babel.)
EL Génesis expresa con unas palabras muy claras que el matrimonio y la dependencia de la mujer son efectos nefastos de actos contrarios a la voluntad de Dios (A.T. III.16). Ahora bien, en todo el relato del pecado original se establece implícitamente, mediante una técnica artística inalcanzable en el tratamiento del símbolo, que cada expresión de las dos personas que representan los primeros hombres se convierte en un hecho definitivo que perdura. (…)
La culpa trágica en el drama del génesis es que el ser humano no es capaz de darse nuevos estatutos, poseido de motivos demasiado humanos e incapaz de abarcar las consecuencias de su innovación, aterrorizado por sus primeras secuelas, con su paso en falso deviando la evolución futura y, en tanto que usurpador de competencias divinas, dictando la ley que grava sobre el mundo, que es obra de hombres y profanación eterna de la obra del Señor. (párrafo en negrita en el original)
...Resulta harto dificil imaginarse los motivos que podían haber llevado a abndonar un orden positivo de estas caracteristicas. Este hecho solo se hace concebible partiendo de la negación recogida en el Génesis. El Génesis ve precisamente en la empresa de inagurar nuevos vínculos y, con ello, nuevos valores cuyas secuelas eran imprevisibles, una manera de arrogarse a la espiritualidad divina. La intervención sin distancia de la obra divina, el orgullo desmesurado de un intento de esta índole, constituye la culpa trágica para el Génesis, por lo que basta la elaboración del motivo para cumplir con la necesidad artística de su exposición. Por eso el Génesis se limita a indicar que la mujer esperaba una ventaja de la introducción de un elemento legal y contractual entre los sexos.
...El punto crítico del matriarcado -tambien podrìamos decir: la sociedad comunista a partir de la unidad más pequeña- es su complejidad social; la cohesión interior de los grupos que permite su establecimiento es al mismo tiempo la condición de su existencia. 
 (...)
Todo el error del nuevo orden, todo el conflicto moral irreductible de la nueva moral, se concentra en el momento de la contrapartida. La contrapartida de la mujer para el apoyo económico por parte del individuo es fundamentalmente la sexualidad, y esta utilización de la sexualidad es el pecado contra la sexualidad  del cual el Génesis nos muestra sus consecuencias inmediatas: la transformación de las sensaciones hasta el punto de concebir la sexualidad como objeto de pudor.
Es decir, el contenido de la nueva relación legal es que la mujer se vende en forma de prostitución y matrimonio y su primer resultado directo es el pudor sexual. La consecuencia siguiente es la familia autoritaria, el elemento constitutivo de la autoridad como institución. (...)
Dicho de otra manera, por parte de la mujer que ha de ser resarcida de la sexualidad, la sexualidad ha de ser presentada como un mal, como algo que ella misma no desea, sino que solo aguanta, a diferencia del caracter activo de la sexualidad masculina que se ha convertido en un fin en sí. De esta manera, empieza a instaurarse una ficción que lo domina todo, que a lo largo de las generaciones se inscribe cada vez más profundamente  en el inconsciente y se considera como algo dado por la naturaleza y una diferencia innata entre los sexos -la ficción de la oposición y de la imposibilidad de comprensión entre hombre y mujer-. De esta manera se instaura la coacción a un comportamiento activo y pasivo, respetivamente. (...)
El pudor sexual, la expresión abrumadora del conflicto del ser humano, es la señal evidente de una sexualidad que ha dejado de tener interes mutuo. Su lugar ha sido ocupado por una lucha entre  intereses opuestos, es decir, una lucha por el poder, en virtud del cual la voluntad del poder se convierte cada vez más en un fin en sí, en un automatismo que acaba convirtiendo la lucha entre sexos en un hecho natural.
(..) Lo más abrumador del terrible pensamiento que ciñe al mundo y a la historia con la idea del pecado original y de la redención es que todo lo que podemos imaginar como logro supremo, no es más que la reparación de un error humano, la recuperación de un bien y nivel humanos perdidos en tiempos inmemorables, la liberación de una culpa heredada y de la maldición de sus efectos.
...De todo lo que la humanidad ha conseguido es su largo camino -cuando se venga abajo en la gran lucha- nos podremos desprender. Lo más sublime que el intelecto habrá realizado hasta el momento, desde hace tres mil años, no será sino el descubrimiento de que todo, absolutamente todo es error, desviación y crimen, y que el acto supremo y redentor será la abolición de toda esta evolución por los que vivan ese momento*./ Pero nosotros, cuya vida ya no tiene otro  sentido que combatir hasta el fin todo lo existente, tenemos el derecho de afirmar que este individuo es de los nuestros. (O.G. 1919)
*Parece que tenemos la posibilidad de de reconstruir el peculiar ambiente histórico cultural que puede haber dado el primer impulso a formular la idea del Génesis.
El autor estaba sin duda implicado en la lucha que oponía el monoteismo autoritario y teocrático del profeta al culto de Astarte y que decidio sobre el destino del antiguo Israel y de su esfera de influencia al parecer ilimitada. En el culto a Astarte se habría concentrado todo lo que quedaba de la libertad y dignidad de la mujer. La orgía como acto de culto seguía defendiendo la valoración positiva dque la sociedad matriarcal libre hacía del momento sexual como tal, y la investidura liturgica de las mujeres mantenía vivo el antiguo espiritu de la soberanía femenina. Para someter el culto a Astarte, los profetas  crearon el monopolio religioso del varón  en la liturgia judaica que fue el origen del desprecio de la mujer en la ideología judaic y, a partir de ella, en la cristiana y musulmana. Las concepciones del judaismo tardio se alinearon con el helenismo en esta dirección, en el primer terror blanco, dirigido contra la libertad de la mujer.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Freud y Jung

A propósito de la última película estrenada de Cronenberg, Un método peligroso, protagonizada por Freud y Jung, me gustaría hablar de ambos autores. La película me gustó mucho, aunque tal vez más por su contenido intelectual, que por méritos estrictamente cinematográficos. Aunque la historia se refiere a la siquiatría o al sicoanálisis, se representan dos modos de ver la vida que tienen mucho que ver con el materialismo (o positivismo) y el idealismo. Freud insiste en una metodología científica y critica la mera especulación para tratar de curar la neurosis en beneficio de un yo racional, mientras que Jung se va adentrando en terrenos ajenos a la ciencia e insiste en recuperar cierta esencia del ser humano al margen de cuál haya sido su realidad material (una visión que puede considerarse religiosa). Paradójicamente, y a pesar de esta supuesta adscripción de Freud a la ciencia, hoy se cuestiona notablemente si el sicoanálisis pertenece al terreno científico. Hay que aclarar que Freud es representado en la película como alguien frío y conscientemente desprovisto de humanidad (en una significativa secuencia, se niega a revelar sus propios sueños para no ser puesto en una posición de indefensión y ver cuestionada su autoridad), que parece juzgar a las personas desde la distancia (con gran lucidez, eso sí). En cambio, Jung se nos presenta como alguien de una posición económica más desahogada (que, de manera muy sutil, es mostrado como objeto de cierta envidia por parte de Freud), de una moral tan rígida como hipócrita, emocionalmente inestable, sin poder estar a la altura de los ideales que dice proclamar. Un tercer siquiatra, Otto Gross, tan lúcido como neurótico (tal vez, ambas cosas estén relacionadas), es por otra parte alguien que pretende no tener ningún tipo de restricción moral en aras del placer (una liberación de lo que señala precisamente freud, el deseo sexual reprimido como germen de la neurosis), una especie de Sade que influye en cierta manera en Jung. Son temas apasionantes, y no voy a insistir mucho más en la película, la cual tiene algunos elementos que me parecen inverosímiles. No obstante, recomiendo el último trabajo de Cronenberg, director de filmografía apasionante, que escarba siempre en aspectos oscuros e inquietantes del ser humano cuestionando siempre qué es eso que denominamos identidad.

No me considero, ni mucho menos, un gran conocedor del sicoanálisis, y en realidad me ha producido cierta aversión como terapia. Lo de escarbar en el pasado e insistir con tanta vehemencia en los "deseos inconscientes" se me ha antojado siempre muy antipático. En mi caso, nunca he tenido necesidad de tal cosa y mi voluntad siempre ha estado dirigida a tratar de estimular mi intelecto y de cambiar mi realidad (claro, que se me dirá que lo que desconozco es lo que estimula a mi voluntad). Sea como fuere, en mi opinión hay que reconocer a pesar de todo la importancia del sicoanálisis y no creo que sea justo etiquetarlo simplemente como seudociencia. Como he dicho en alguna ocasión, me quedo con la crítica que Fromm realiza a Freud, aun aceptando sus contribuciones, y a su perspectiva burguesa, simplificadora y universalista. Bertrand Russell, que criticó algunos aspectos exagerados e incluso absurdos en el sicoanálisis, reconoció que había aportado cosas verdaderas y valiosas. Es un hecho que la vida emocional es muy importante, y toda educación científica tiene que reconocerlo. Por otra parte, el propio Freud acabo ampliando su teoría sicoanalítica teniendo en cuenta otros fenómenos culturales.

En cuanto a Jung, el cual abandonó la teoría sicoanalítica por su reduccionismo sexual y puede decirse que fundó su propia escuela, trató de investigar la psique como un todo que comprende la conciencia y lo inconsciente. Reconoce cuatro funciones en la psique, sensación, sentimiento, intuición y pensamiento, y el predominio de cualquiera de ellas da lugar a un determinado tipo sicológico. Estos tipos son en realidad "ideales" que no se manifiestan de manera pura en la realidad. Otro aspecto que la diferenciará de Freud es su visión del inconsciente, que Jung observa como algo positivo fuente de fuerza y sabiduría, y no como algo oscuro e instintivo que intenta desequilibrar a nuestro yo racional. El inconsciente en Freud lo componen los recuerdos personales de la infancia, pero Jung considera que está cargado nada menos que de material atávico. Estas formas primitivas de conducta son los conocidos arquetipos junguianos, los cuales (presuntamente) impulsan y condicionan nuestras acciones. Ese inconsciente que se alimenta de toda suerte de mitos atávicos y religiones ancestrales parece producto de la creencia y el misticismo. En la película de Cronenberg se subraya su origen ario, frente a un Freud que deseaba ver la teoría sicoanalítica expandida más allá de los círculos judíos, perspectiva que vería finalmente frustrada por su ruptura con Jung. En otra secuencia del film, Jung tiene sueños plagados de cadáveres, otro apunte que parece adelantar la llegada del nazismo y que se muestra como otro enigma más en una historia protagonizada por el contenido o los deseos del inconsciente.

viernes, 20 de agosto de 2010

La revolución sexual de Wilhelm Reich

Las ideas de Wilhelm Reich, que tantas veces se han querido ver como una síntesis entre el sicoanálisis freudiano y el marxismo, resultan de una indudable revitalización, a pesar de haber sido tan denostadas en su momento (por unos y por otros). Como autor innovador y adelantado a su tiempo, Reich pone sobre el tapete las relaciones del sicoanálisis con el materialismo dialéctico (en el terreno teórico, en el práctico tampoco le faltó compromiso político ni actividad siquiátrica). Frente a la insistencia de la ortodoxia marxista de que solo la necesidad material era origen de neurosis, Reich respondió brillantemente: "¡Como si la necesidad "sexual" no fuera también una necesidad material!". Hay que decir que Reich fue expulsado del Partido Comunista en 1933 debido a sus controvertidas teorías sobre sexo y sociedad, así como por su libro acerca de la sicología de masas del fascismo. Para mí resulta irrefutable, desde la perspectiva de una crítica a una sociedad de clases, la siguiente afirmación de Reich: "Las neurosis de la clase trabajadora sólo se diferencian de las restantes por una ausencia de refinamiento cultural. Tienen el sentido de una rebelión más cruda y menos disfrazada contra la muerte psíquica a que cad auno es sometido. El ciudadano rico lleva su neurosis con dignidad o la supera de un modo u otro. Entre los individuos de la clase trabajadora muestra el aspecto de la grotesca tragedia que en realidad es". De igual manera, los sicoanálistas más ortodoxos, tal vez con un grave condicionamiento burgués, se opusieron también a Reich. Las ideas y los proyectos que llevó a cabo fueron siempre objeto de polémica, a la que Reich se enfrentó siempre con memorable energía, ya que fue tildado tantas veces de iluso e incluso de impostor. Si hoy en día, sus ideas cobran actualidad es principalmente por la conexión que realizó entre represión política y represión sexual; es un terreno más controvertido (y de ahí las acusaciones de ser un seudocientífico) su reiterada propaganda a favor de la liberación de energías político-sexuales.

Según Reich, la teoría del orgasmo se funda en la noción de potencia orgásmica (y también de la idea antagónica: la impotencia orgásmica), la cual está vinculada, a su vez, a la idea de una energía psíquica y de una posible reducción o degeneración de esa energía. Hay que decir que esta exposición no está lejos de las ideas primeras de Freud, las cuales vinculan la potencia e impotencia sexuales con las manifestaciones de neurosis. Resulta importante en Reich la investigación de las bases fisiológicas de la neurosis, estando en ello de acuerdo también con Freud, aunque no tanto con los sicoanalistas posteriores. En su etapa más madura, Reich radicaliza el sicoanálisis y saca a la luz sus limitaciones burguesas (a pesar de haber supuesto, en su momento, una ruptura), conduce la crítica de la moral tradicional (sexualidad-familia) hacia los barrios obreros y transforma la pesimista crítica freudiana de la civilización en una profunda crítica de la sociedad (necesariamente política). Distanciándose ya de Freud, Reich no consideró que la eliminación de los síntomas neuróticos por medio de la manifestación de las represiones supusiera ni una curación del paciente ni una modificación sustancial del carácter. Reich destaca la posibilidad de una "inmunización" del neurótico mediante una especie de "autoconstrucción" de su carácter. Vendría ser un cambio de carácter de la persona enferma, lo cual se realiza según Reich restituyéndole su energía sexual (con la conjunta potencia orgásmica). Así, se acaba con lo que Reich llamaría "la armadura del carácter", la cual es susceptible de ser penetrada gracias a la técnica del análisis, provocando cambios cualitativos y liberando los pensamientos y sentimientos patológicos.

Aunque Reich realizó detalladas investigaciones concernientes a los movimientos musculares, tratando de dar un fundamento biológico a sus teorías, no pretendía defender un materialismo tradicional que presta atención únicamente a ese asunto. En último término, son las estructuras sociales las responsables de las patologías de cada individuo, por lo que es la sociedad en realidad la que está enferma. Reich pretendía una liberación de las inhibiciones sexuales (vamos a llamarlo con el atractivo nombre de "revolución sexual") gracias a una radical liberación político-sexual-cultural. Por lo tanto, Reich realizaría una notable interpretación sexual de los fenómenos políticos de masas, tanto del fascismo como de otros autoritarismos, en los cuales las represiones sexuales van unidas a las represiones políticas. Consecuentemente, las teorías de Reich pueden considerarse una inteligente reinterpretación, tanto de Freud, como de Marx, considerando que la ortodoxia de unos y otros olvida las originarias intuiciones de estos dos autores y la posibilidad de vincular ambos pensamientos con el fin de que no resulte insuficiente una revolución puramente sexual o puramente política (o político-social-económica). Aunque es cierto que Reich parece dar predominancia a una revolución sexual, lo es por que previamente ha vinculado los impulsos sexuales con los políticos.

Es la última etapa del pensamiento de Reich la más controvertida y la que ha sufrido acusaciones de ser seudocientífica. El intento de fundamentar su pensamiento condujo a Reich al desarrollo de que denominó "física orgónica", basada en una supuesta energía cósmica que puede "almacenarse" y controlarse. La física de Reich se basa en la conjetura de que existen "efectos orgónicos" experimentalmente comprobables, con una energía orgónica concebida por analogía con la energía biológica, que puede llevar al hombre a identificarse con el cosmos. Las acusaciones de misticismo, aun pretendiendo tener una justificación biológica, no se hicieron esperar, a pesar de la oposición que Reich tuvo a toda religión organizada y a su lucha contra el propio misticismo. En el libro que he leído recientemente, Introducción a Wilhel Reich. Ensayo sobre el nacimiento del freudo-marxismo, su autor Jean-Michel Palmier afirma que en Reich no existió continuidad entre la ciencia y la vida, entre el profesional y el hombre. De ahí, que puede considerarse que el autor alemán se condujo hasta llegar a convertir todo cuanto pensaba en delirio (con todo lo ambiguo de esta palabra y todo lo que conlleva de rebeldía contra una realidad impuesta). No obstante, ello no invalida en absoluto algunas de sus geniales visiones, increíblemente adelantadas a su tiempo y dignas de ser revitalizadas en una organización político-social de mayor calado e inteligencia, y con unas miras más elevadas.