sábado, 23 de septiembre de 2023

El amanecer de todo: una nueva historia de la humanidad

El amanecer de todo: una nueva historia de la humanidad es un libro editado en España en 2022, escrito por el antropólogo David Graeber y el arqueólogo David Wengrow; al parecer, fue editado por primera vez el año anterior, en octubre de 2021, en Reino Unido. Principalmente, esta monumental obra critica esa visión ortodoxa de la historia de la humanidad, desarrollada desde el primitivismo hasta la civilización, según la cual el proceso civilizatorio sería consustancial a la desigualdad social y desembocaría, para bien y para mal, en el capitalismo y la construcción del Estado-nación. La obra nos demuestra que tal tesis, sostenida por autores muy populares entre los que se encuentra por ejemplo Yuval Noha Harari con su conocido libro Sapiens. De animales a dioses, es un lugar común no probado por la evidencia arqueológica y antropológica y, en cambio, da datos para intuir que muy probablemente ha habido en el pasado sociedades complejas descentralizadas.

Graeber y Wengrow consideran que esa lectura lineal de la historia está heredada de la Ilustración y de autores como Hobbes y Rousseau, visiones no amparadas por datos empíricos. Lo que se sostiene en El amanecer de todo, de modo general, es que han existido en el pasado sociedades de todo tipo, también algunas igualitarias y no jerarquizadas, y que la supuesta transición de la caza y la recolección a la agricultura no supuso necesariamente la llegada de la desigualdad social. Sorprendentemente, los autores consideran los orígenes de la desigualdad en el encuentro entre los colonos europeos y los pueblos nativos norteaméricanos, los cuales mostraron una alternativa al proceso civilizatorio de Europa criticando la jerarquía, el lucro, el patriarcado y las leyes punitivas; estas críticas indígenas habrían llegado a Europa en el siglo XVIII mediante relatos de viajeros y misioneros para ser imitadas por los pensadores de la Ilustración. ¡Hay es nada sobre los orígenes de la alabada Ilustración europea!

domingo, 10 de septiembre de 2023

Voltairine de Cleyre

Voltairine de Cleyre (1866-1912), una mujer estadounidense algo olvidada dentro del rico universo libertario, una activista y escritora de gran talento. Su nombre, por cierto, se debe a que su familia era de origen francés y su padre era un gran admirador de Voltaire. En un primer momento, si bien coqueteó con otras ideas, sería por ejemplo admiradora de Thomas Paine, uno de los representantes más progresistas del liberalismo en Estados Unidos, pero sería la ejecución de los llamados mártires de Chicago uno de los factores que la llevó al anarquismo y a colaborar con Benjamin Tucker en su periódico Liberty; como muestra de su visión libertaria amplia, fue también una gran admiradora de Thoreau. De 1889 a 1910, permanecería durante la mayor parte del tiempo en Filadelfia y allí conocerá a James B. Elliot, librepensador, con el que tendrá un hijo. Ejerció de profesora, traductora y propagandista anarquista en los círculos judíos, con innumerables escritos, una labor que se ha comparado a la de Rudolf Rocker.

domingo, 3 de septiembre de 2023

La revolución rusa y los anarquistas

Es ya un lugar común decir que la historia la escriben los vencedores. En el caso de la Revolución rusa, del que este año 2017 se cumple un centenario, durante mucho tiempo se nos contó de manera simplista que un grupo de revolucionarios, comandados por Lenin, tomó el Palacio de Invierno para dar lugar al primer gran régimen socialista. Ahora, con otro tipo de historiografía oficial dominante, difícilmente se va a dar protagonismo en la historia a las masas y la defensa de sus organizaciones autónomas frente al poder.

Mencionamos tres libros impagables que nos introducen en la Revolución rusa, el gran paradigma de la praxis marxista, desde el punto de vista de la autonomía del pueblo, no de ninguna élite, y aportando un análisis antiautoritario: Historia del movimiento Majnovista, de Piotr Archinov, La revolución desconocida, de Volin, y El mito bolchevique, de Alexander Berkman. En el caso de la obra de Volin, se repasa de manera sucinta la historia de Rusia a partir de 1825, año del fracasado motín de los decembristas (en donde el poeta Pushkin fue un simpatizante), para detenerse luego en 1905 y, por supuesto, en la revolución de 1917; finalmente, el aplastamiento de todo intento verdaderamente revolucionario por parte de los bolcheviques en 1921. Volin narra los acontecimientos utilizando como fuente testigos directos y se arroja así luz sobre hechos oscuros o interesadamente tergiversados por historiadores afines al régimen bolchevique. La revolución desconocida echa por tierra las mentiras históricas de defensa de un régimen inaceptable y finalmente contrarrevolucionario; frente a la simpleza tan manida de que fue Stalin quien pervertió la Revolución, tal y como sostuvo Trotski, podemos leer las siguientes palababras: "¡Qué simple! Aun demasiado simple para dar explicación de nada. La explicación está, sin embargo, bien señalada: el estalinismo fue la consecuencia natural del fracaso de la verdadera Revolución, y no inversamente; y tal fracaso fue el fin natural de la ruta falsa en que el bolchevismo la empeñó. Dicho de otro modo: la degeneración de la Revolución extraviada y perdida trajo a Stalin, no Stalin quien hizo degenerar la Revolución".

sábado, 19 de agosto de 2023

Apuntes sobre el pensamiento libertario español


Es recurrente hablar de que en España, paradójicamente, siendo el lugar donde ha existido el más poderoso movimiento libertario en la historia, no ha habido grandes teóricos. Como la historia de las ideas resulta apasionante, y consideramos que la pasión por la filosofía es algo que habría que inculcar a los chavales en toda pedagogía (y, especialmente, por sus ramas más prácticas como la ética o la política), queremos indagar continuamente en cómo pensaban gentes de otras épocas y establecer un necesario vínculo para renovar unas ideas que buscan con ahínco una auténtica emancipación individual y social. Porque contextualizar el pensamiento de una época es importante, pero desdeñarlo sin más, como ocurre tantas veces en nombre de ese concepto tan prostituido llamado "progreso", contribuye al empobrecimiento de valores y al permanente culto de un presente neutro, desmemoriado y despreocupado por el futuro.

Es también habitual considerar al anarquismo algo anacrónico (por parte, tal vez, de personas no demasiado honestas o no demasiado informadas) o considerar al menos que existe un anarquismo histórico (un anarquismo que alguien llamó "instituido", con no poca ironía) que acabó periclitado o que fue, simplemente, derrotado y, en cualquier caso, sería ya parte de la historia. Algunas personas que se llaman libertarias sostienen esto último en aras de renovar un pensamiento y encontrar nuevas vías, algo que me parece muy importante. Sin establecer nosotros fronteras tan nítidas, sí considero por supuesto que las ideas libertarias merecen ser revitalizadas (en estos tiempos tan dificultosos para el pensamiento en general), pero el vínculo con el pasado existe y debe seguir existiendo en nuestra opinión, hacer tabla rasa no creemos que ayude demasiado a buscar nuevas respuestas. Es importante insistir también en que el que haya buscado un programa en cualquier pensador, más allá de una mera orientación brillante en cualquier ámbito de la vida, ha adoptado una actitud bien poco anarquista. No gustan los personalismos ni el dogmatismo a la idea libertaria, y la crítica y el debate deberían mostrarse siempre presentes frente a cualquier asomo de doctrinarismo acrítico. Si no consideramos la historia en absoluto lineal ni estamos sujetos a ningún tipo de fatalismo (creencia que haremos bien en erradicar en cualquiera de sus formas) ni, por supuesto, aceptamos que hayamos llegado a una meta histórica (como sostienen los que pretender legitimar el statu quo), debemos seguir persiguiendo ese ideal humano tan bello en el final (que, tal vez, no llegue nunca de una forma perfecta) como práctico en el camino. Así creemos que pensaban los anarquistas del pasado, situados en su convulsa época, y así creo que deberíamos seguir pensando en la actualidad. Ese es el vínculo al que nos referíamos anteriormente.

martes, 8 de agosto de 2023

Recordando a Darwin, revitalizando a Kropotkin

Recordamos con este texo la falsa controversia entre las tesis de Darwin y de Kropotkin, que no se enfrentan entre sí, sino que se complementan; como es sabido, la erudita obra del anarquista ruso se esfuerza en demostrar que en la evolución, tan importante o más que la competencia, resulta primordial la sociabilidad y el apoyo mutuo.

Se ha comentado ya mucho sobre aquel viaje de Charles Darwin, iniciado en 1831, por América del Sur e islas del Pacífico, que le permitió recoger un impresionante caudal de datos geológicos, botánicos y zoológicos. Pasarían varios años, con la consecuente ordenación y sistematización de esa información, para que elaborara su teoría de la evolución. Durante algunos años, se pensó que Darwin llegó a sus conclusiones a partir de la lectura de Malthus y su famosa teoría sobre el crecimiento de la población humana, mayor que los recursos necesarios para la subsistencia, lo cual generaría una "lucha por la existencia". Hoy, se piensa que lo que Darwin sacó de Malthus es que el proceso de selección natural ejerce una presión que fuerza a algunos a "abandonar la partida" y a otros a "adaptarse" y a "sobreponerse". En cualquier caso, un año después de aquel famoso viaje, Darwin empezó a creer la teoría de que todas las especies podrían provenir de un tronco común. La "selección natural" se produciría por las alteraciones orgánicas engendradas por la lucha por la existencia, en el curso de las cuales sobrevivirán solo los más aptos.


domingo, 30 de julio de 2023

Los motores de progreso para el anarquismo

Los puntos de vista anarquistas, lejos de subordinarse a condiciones objetivas, y mucho menos a leyes históricas fatales, trabajan desde diversos ámbitos humanos para la definitiva construcción de la sociedad libertaria; reflexionamos sobre diversas visiones al respecto.
Los anarquistas no han tenido nunca una visión teleológica de la historia de la humanidad. Es decir, no se observa como un proceso lineal que conducirá, de forma necesaria hacia un futuro óptimo. Aunque es una posición tal vez algo burda el observar el marxismo como una forma de teleología (algo que sí puede estar de forma más evidente en Hegel), su rígida concepción sobre la evolución de las formas productivas sí conlleva una distorsión sobre unas leyes históricas que nunca son necesarias y están sujetas a ciertos vaivenes arbitrarios (una arbitrariedad muy influida por nuevas formas de dominación). En cualquier caso, tanto el socialismo como el anarquismo son sencillamente contingentes, es decir, pueden producirse o no motivados por los deseos y aspiraciones de las personas. Por mucha confianza que tuvieran los anarquistas clásicos en el progreso, por ejemplo Proudhon (aunque es cierto que en otros momentos atribuye a la concepción revolucionaria un tono casi trascendente), puede decirse que la transformación social es producto de la acción innovadora y no un proceso que sea más o menos ineludible. Incluso, Kropotkin, altamente optimista en gran parte de su obra, se hace preguntas sobre si será cierta evolución la que llevará a una sociedad libertaria o tal vez una gran revolución. El autor de El apoyo mutuo solo concibe una sociedad evolucionada como aquella en la que el desarrollo de los medios productivos dan lugar a una abundancia de productos agrícolas e industriales para cubrir así las necesidades de las personas. Si existe una ley histórica que aprecie Kropotkin es, si acaso, la del posible fortalecimiento de la sociedad civil en detrimento del poder político (el Estado). 

domingo, 2 de julio de 2023

El reto de una teoría anarquista en antropología

En los últimos años, se han sucedido los estudios acerca de las relaciones entre antropología y anarquismo, así como el estudio sobre las sociedades anárquicas. Son trabajos decisivos para comprender lo que es la sociabilidad humana y, en cuestiones políticas, ayudan a reactivar las propuestas del anarquismo moderno y a orientar los movimientos sociales actuales tan inspirados en las ideas libertarias.