domingo, 2 de diciembre de 2007

Una banda asesina

ETA volvió a matar. Me da igual la ideología o el uniforme que llevaran sus víctimas, los métodos de esta organización, autodenominada militar y tan deseosa de convertirse en Estado, son repugnantes.

Apuesto firmemente por el diálogo, entiendo que existe un conflicto político en la cuestión vasca (aunque sea un conflicto nacido del odio, magnificado hasta la repugnancia y que muchos no entendemos), pero es difícil a estas alturas no pensar que la izquierda abertzale no ha tenido una y otra oportunidad de mover pieza y actuar con valentía. Entiendo que esta gente debe tener una ideología, pero no entiendo qué ideas utilizan el asesinato, la extorsión o la tortura como táctica.

La crítica libertaria a ETA y al conflicto vasco es evidente, no creo que necesite muchas explicaciones para aquellos que conozcan el anarquismo. Pero el análisis libertario a la situación actual del terrorismo en España me resulta confuso. Trataré de explicarme.
Hace tiempo que dijo García Calvo que ETA no existiría sino fuera por los medios; es una opinión valiente y discutible en una sociedad donde existe libertad de expresión y libertad de prensa. El diario derechista ABC, antaño, decidía no dar demasiado publicidad a los atentados etarras, posición cercana a lo que el filósofo (poco sospechoso de conservadurismo) quería decir. Otros analistas han considerado que no existiría un grupo como ETA en una sociedad libertaria, y esta opinión resulta cuestionable si tenemos en cuenta las motivaciones etarras; es decir, y para expresarlo mejor sin jugar a la futurología, no tendría que haber caldo de cultivo en una sociedad libertaria para un conflicto como el que propone el MLNV (utilizo estas siglas con permiso de un megalómano y belicista ex-presidente del gobierno que no logramos olvidar aunque queramos).

Comparto en gran medida lo de la publicidad gratuita que se da a la banda asesina, y me cuesta hablar una y otra vez de ellos. Pero quería expresar tajantemente mi repulsa a sus actos, no desde la legitimidad de una Constitución o un Estado de Derecho, como se empeñan en que opinemos mayoritariamente en el panorama político, sino desde la humanidad, desde la ética y desde las ideas libertarias tal y como yo las concibo.

Una cosa más, maldita sea también la banda etarra por hacer que gente decente se contagie del odio que ellos destilan.

No hay comentarios: