Esta obra de William Godwin resulta fundamental para la teoria social y política contemporánea, aunque su reconocimiento es relativo, y es obra clave para el posterior anarquismo. Su primera edición, en 1793 en dos tomos, tuvo el título de An Enquiry concerning Political Justice and Influence on general Virtue and Happiness; su alto precio no impidió un gran impacto y que fuera leída por todas las clases sociales e incluso que se formaran asociaciones para hacerse con la obra. Existirán otras dos ediciones, en 1796 y 1798, cada una más atemperada que la anterior, debido tanto a la censura como a matizaciones realizadas por el autor. Aunque se encontraba ya en la mente de Godwin tiempo antes, la obra es gran medida un producto de la pasión que suscitó la Revolución Francesa. Por otra parte, el antigubernamentalismo de Godwin no es un pensamiento aislado, ya que bebe de Edmund Burke, Francis Diderot, Sylvain Maréchal o Lessing. Como es sabido, las peores consecuencias de la Revolución Francesa fueron el menoscabo de la libertad, en aras de la idea de nación, y el reforzamiento de la autoridad central. Solo a partir de la mitad del siglo XX, con el pensamiento de Proudhon y Reclus, se recuperará una concepción libertaria y federalista.
Tal y como expresará Max Nettlau, Godwin se esfuerza en mostrar en qué grado el gubernamentalismo hace desgraciados a los hombres y pervierte su desarrollo moral, así como en establecer las condiciones de "justicia política"; lo que es lo mismo, en establecer un estado de justicia social que puede ser el más apto para hacer a los hombre sociables y morales (términos que se confunden), así como felices. Por supuesto, se rechazan las medidas autoritarias de arriba hacia abajo, y se proponen condiciones adecuadas de la propiedad y de la vida pública que permitan al individuo el mayor grado de libertad y de accesibilidad a los medios de existencia, todo ello por medios voluntarios, educativos, persuasivos y razonables. Desde estos puntos de vista, se considera que, para la condición humana, pesan mucho más las asociaciones y la experiencia que toda influencia de la herencia o del ambiente o que cualquier supuesto principio innato. Para Godwin, la razón también tiene mucha más importancia que las emociones, y de ahí que se apele principalmente a los argumentos, por lo que toda transformación social es resultante de un cambio gradual en el que la fuerza de la razón debe preceder siempre a toda acción. Posteriormente, matizará esta concepción y considerará la posibilidad de que los actos morales puedan estar fundados también en el sentimiento. También se encuentra en Political Justice una concepción muy optimista sobre el progreso y la perfección del hombre, influencia clara de Condorcet; en ambos autores se encuentra una concepción dinámica del progreso, el cual no puede parar su camino hacia la iluminación de la mente humana. Así, la sociedad ideal de Godwin es continuamente perfectible en busca de metas más elevadas.
En la obra de Godwin se encuentra ya la visión anarquista de que las instituciones creadas por el hombre suponen la gran fuerza que perpetúa la injusticia, por lo que se aboga por el menor gobierno posible. Se repudia todo origen del Estado en un hipotético contrato social, el cual implicaría promesas originales, y se le considera un mero convencionalismo social. Existe todo un rechazo a la violencia en Political Justice, ya que, como se ha dicho antes, el cambio hacia la sociedad sin Estado ha de producirse de manera gradual a través del progreso del intelecto. Gran importancia tiene el análisis dedicado al poder y las tres formas de autoridad que surgen de él: la autoridad de la razón, en tanto que supone independencia de juicio y obediencia a uno mismo; la autoridad que emana de la confianza y subordinación hacia alguien estimado y sus concesiones, algo que Godwin considera de enorme peligrosidad, y la autoridad del gobierno, la peor forma de dominio para el desarrollo del hombre.
La influencia de Godwin en el anarquismo se encuentra en esta entrada.
La obra en Biblioteca Antorcha.
Tal y como expresará Max Nettlau, Godwin se esfuerza en mostrar en qué grado el gubernamentalismo hace desgraciados a los hombres y pervierte su desarrollo moral, así como en establecer las condiciones de "justicia política"; lo que es lo mismo, en establecer un estado de justicia social que puede ser el más apto para hacer a los hombre sociables y morales (términos que se confunden), así como felices. Por supuesto, se rechazan las medidas autoritarias de arriba hacia abajo, y se proponen condiciones adecuadas de la propiedad y de la vida pública que permitan al individuo el mayor grado de libertad y de accesibilidad a los medios de existencia, todo ello por medios voluntarios, educativos, persuasivos y razonables. Desde estos puntos de vista, se considera que, para la condición humana, pesan mucho más las asociaciones y la experiencia que toda influencia de la herencia o del ambiente o que cualquier supuesto principio innato. Para Godwin, la razón también tiene mucha más importancia que las emociones, y de ahí que se apele principalmente a los argumentos, por lo que toda transformación social es resultante de un cambio gradual en el que la fuerza de la razón debe preceder siempre a toda acción. Posteriormente, matizará esta concepción y considerará la posibilidad de que los actos morales puedan estar fundados también en el sentimiento. También se encuentra en Political Justice una concepción muy optimista sobre el progreso y la perfección del hombre, influencia clara de Condorcet; en ambos autores se encuentra una concepción dinámica del progreso, el cual no puede parar su camino hacia la iluminación de la mente humana. Así, la sociedad ideal de Godwin es continuamente perfectible en busca de metas más elevadas.
En la obra de Godwin se encuentra ya la visión anarquista de que las instituciones creadas por el hombre suponen la gran fuerza que perpetúa la injusticia, por lo que se aboga por el menor gobierno posible. Se repudia todo origen del Estado en un hipotético contrato social, el cual implicaría promesas originales, y se le considera un mero convencionalismo social. Existe todo un rechazo a la violencia en Political Justice, ya que, como se ha dicho antes, el cambio hacia la sociedad sin Estado ha de producirse de manera gradual a través del progreso del intelecto. Gran importancia tiene el análisis dedicado al poder y las tres formas de autoridad que surgen de él: la autoridad de la razón, en tanto que supone independencia de juicio y obediencia a uno mismo; la autoridad que emana de la confianza y subordinación hacia alguien estimado y sus concesiones, algo que Godwin considera de enorme peligrosidad, y la autoridad del gobierno, la peor forma de dominio para el desarrollo del hombre.
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La obra en Biblioteca Antorcha.
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