José Peirats (1908-1989) perteneció a una generación de militantes anarquistas sobre los que recayó el peso de llevar a cabo la revolución social, y destacó además como notable escritor y excelente historiador. A los ocho años comenzaría ya a trabajar, para militar ya en los sindicatos a partir de los quince años. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, tiempo en el que era ya oficial ladrillero, aprovechó para leer y cultivarse. Muy pronto se convertiría en un activo militante ácrata, además de lanzarse a escribir numerosos artículos e incluso algún drama social; en 1934, era ya redactor del diario Solidaridad Obrera donde le abrió las puertas el también escritor anarquista Felipe Aláiz. También acabo formando parte de las redacción de Acracia y de Ruta, además de publicar en muchos otros medios durante los tres años de conflicto civil; pasó por diversos oficios y conoció también la cárcel. Después de la guerra civil, se exilió en América después de pasar por los campos de concentración de Ariège y Gognac; fue la policía francesa, tan bestia como en cualquier otro país, la que le produjo secuelas después de brutales palizas. No obstante, gozó de una relativa buena salud gracias a los cuidados de su compañera Gracia Ventura y pudo dedicarse al estudio y confección de textos. Peirats se convertirá en una referencia indiscutible para todos los que han querido adentrarse en el estudio de la guerra y revolución españolas; numerosos historiadores, nacionales y extranjeros, acudieron a él para documentarse, aunque luego parece ser que no todos han sabido estar a la altura del trato recibido. Hablamos de otra figura anarquista que fue un ejemplo de coherencia ideológica, con una innegable altura moral, que merece la pena ser recordada a través de su memoria y sus textos.
Eduardo Guzman (a la izquierda del todo), junto a José Peirats, a su regreso del exilio. A su lado Juan Gómez Casas (el segundo por la derecha). 16 de agosto de 1976 |
El talento literario de Peirats fue eclosionando al mismo tiempo que destacaba su militancia en la Confederación Nacional del Trabajo, sin olvidar que antes ya estuvo en las Juventudes LIbertarias de Cataluña y que también militó en la Federación Anarquista Ibérica. De su periplo en el nuevo continente surgió la que considera su mejor obra, Estampas del exilio en América, recopilación de artículos escritos en Venezuela, publicada por Ediciones CNT de París en 1950. Gracias a esta obra, con tintes autobiográficos, puede saberse de la vida de Peirats en América. Su experiencia americana duró ocho años, para pasar a Francia en 1947 como delegado del Congreso del Movimiento Libertario Español y ser poco después nombrado Secretario General; con esa cargo, se atreverá incluso a pasar a la cruel España franquista para formar parte de un pleno clandestino en Madrid. Su obra más monumental, compuesta de tres tomos, La CNT en la Revolución Española, será completada en 1953 después de emplear en ella tres años y sin descuidar ninguna de sus otras ocupaciones como militante. Si a Nettlau se le consideraba el "Herodoto de la anarquía", para Peirats se le reservó el sobrenombre de "Herodoto de la CNT". Tal y como dijo el también escritor Heleno Saña: "Nadie pondrá en duda, a estas alturas, que José Peirats es el historiador más solvente, autorizado y brillante del movimiento anarcosindicalista español" (Sindicalismo, marzo de 1977); escribirá también Eduardo Guzmán: "La obra fundamental suya es La CNT en la Revolución Española, a la que de una manera han de recurrir -lo confiesen o no- cuantos comentaristas e historiadores traten de nuestras contiendas civiles en el siglo XX" (Triunfo, 21 de agosto de 1976). El propio Peirats, en un prólogo para la segunda edición de la obra, reconocerá que se trata de una obra partidaria, ya que "solamente pueden ser objetivos quienes vieron la guerra civil española a través de las fichas bibliográficas". Después de acabar su ciclópea obra, Peirats dedicará gran parte de su tiempo a escribir en el periódico CNT, siendo tan numerosos los artículos que utilizará algún que otro seudónimo como John Rainbow o Sertorio. Además, se sucedieron las conferencias, mítines y colaboraciones en la prensa libertaria.
Otra obra destacable, al margen de los artículos, será La Sión Hispánica, que comenzó a publicar en 1961 en la revista Cenit. Su pasión por la historia de España, con la influencia en ella de árabes y judíos, junto a cierta obsesión por unos posibles orígenes semitas en su familia, le empujó a escribir esta obra. El talante e inteligencia de Peirats quedará de manifiesto en la gestación de su siguiente libro, una de las obras a las que dedicará más tiempo, al fijarse en una destacada mujer anarquista como fue Emma Goldman, cuya importancia se agrandó con el paso del tiempo; la edición definitiva la llevará a cabo Campo abierto en 1978 con el título Emma Goldman. Anarquista de ambos mundos (en referencia a la persecución de que fue objeto tanto en Estados Unidos como en la Unión Soviética). La reproducción de los títulos de Peirats escrito a lo largo de su existencia trasciende este espacio. En 1976, tras la muerte de Franco, Peirata cruzará los Pirineos para encontrarse con una emotiva acogida; en la Estación de Francia de Barcelona, cuando bajó del tren se reunió con multitud de admiradores y lectores suyos, los cuales se lanzaron a cantar de forma espontánea "A las barricadas" e "Hijos del pueblo". Siguió participando de forma muy activa en jornadas libertarias y escribiendo incontables artículos. En 1978, se publica también Figuras del movimiento libertario español por parte de Ediciones Picazo, en cuya introducción Peirats señala que se trata de una recopilación de trabajos "escritos en tiempos distantes e insertos en diversas publicaciones", aunque también se incluye material inédito; en este libro, escribe sobre destacados anarquistas como Anselmo Lorenzo, Felipe Aláiz, Eusebio C. Carbó, Ángel Pestaña, Manuel Buenacasa, Salvador Seguí, Orobón Fernández, Juan Peiró, Durruti o Ascaso, sin olvidar a otros menos conocidos como Vicente Mari, Pedro Mora o Luis Blanco, pero igualmente importantes y combativos. En ese tiempo, Peirats ha cumplido ya 70 años y, a pesar de sus problemas de corazón, pero seguirá produciendo escritos de manera notable. Como dijimos con anterioridad, lo que caracterizó a esta figura anarquista, además de su importante producción literaria, fue su rectitud moral y su consecuencia militante. En otra entrada, hablaremos de sus memorias como experiencia histórica del pensamiento libertario.
En la libreria LaMalatesta, puede encontrarse el siguiente material de o sobre Peirats:
-La imprescindible La CNT en la Revolución Española (3 tomos), edición de Madre Tierra.
-Revista Anthropos núm.102 dedicada a José Peirats Valls.
-Suplemento Anthropos núm.18, que reproduce parte de las memorias de Peirats y una selección de artículos breves.
-De mi paso por la vida, las memorias completas de José Peirats, publicadas por Flor del Viento.
-La Semana Trágica y otros relatos, de José Peirats Valls., de Madre Tierra
-Los anarquistas en la crisis política española (1869-1939), de José Peirats Valls, edición de Utopía Libertaria.
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