domingo, 28 de junio de 2015

Movimientos sociales y políticos

Uno de los grandes factores que juegan a favor del conservadurismo, de considerar que vivimos en un sistema inmutable, es la distorsión del lenguaje. La confusión semántica es tal, la insistencia en estereotipos, la pobreza intelectual en definitiva, que solo cabe insistir una y otra vez en el enriquecimiento cultural, en el conocimiento como una poderosa herramienta de cambio social.

De hecho, hablar de lo "social" parece motivo suficiente para colocar etiquetas de anacrónico o lindezas parecidas, cuando el significado de ese término es el mismo que hace cien años. Si hablamos de lo social, estamos aludiendo a la estructura de la sociedad, a la división en clases que se produce en su seno, y también a las relaciones de propiedad y producción que hay establecidas entre esas clases. Estas relaciones están estrechamente vinculadas a las relaciones de poder. Si hablamos de "política", nos referimos más bien a ese poder, y concretamente a la capacidad de algunos para tomar decisiones que afecten al conjunto de la sociedad, y sin que se produzca cambio en esa estructura social dividida en clases. Dicho de un modo elemental, lo social alude a los que producen y a los que poseen los frutos del trabajo, y lo político se refiere a los que deciden cómo se produce y como se dividen los bienes. Insisto, esto sigue siendo así hoy en día y, desde el anarquismo, solo cabe recordar que estas relaciones de producción y de poder siguen siendo primordiales para la vida de los seres humanos, por mucho que parezca que vivimos en una burbuja en las sociedades de consumo en la que cada uno se muestra aislado de los demás, practicando una especie de "sálvese el que pueda" a nivel económico y un seudohedonismo a nivel vital.

sábado, 20 de junio de 2015

La filosofía pluralista

Los expertos aseguran que la denominación de pragmatismo, para la filosofía de William James, no es exclusiva y a veces emplean el nombre de "empirismo radical". En cualquier caso, se puede hablar de los siguientes rasgos en este pensamiento: antideterminismo, contingentismo, pluralismo y temporalismo.

Hay que decir que, si bien James se inspiró claramente en Pierce, éste no estuvo de acuerdo siempre con el desarrollo que se hizo de su filosofía y prefirió emplear el nombre de "pragmaticismo" para su propia teoría. Una de las primeras definiciones de pragmatismo que elaboró James, con intenciones más amplias que en el pensamiento de Pierce, fue la siguiente: "la prueba última de lo que significa una verdad es, sin duda, la conducta que dicta o que inspira. Pero inspira semejante conducta porque ante todo predice alguna orientación particular de nuestra experiencia que extraerá de nosotros tal conducta". Con su filosofía deductiva y empírica, de método análogo al usado por la ciencia naturales, James se enfrentó a los métodos absolutistas y aprioristas de inspiración hegeliana. La verdad no sería algo rígido y establecido para siempre, sino que puede cambiar e incluso crecer; una proposición sería verdadera si funciona, lo cual nos permite orientarnos en la realidad y llevarnos de una experiencia a otra.

martes, 16 de junio de 2015

Pragmatismo

Se conoce como pragmatismo, dejando a un lado sus precedentes históricos (que, seguramente, forman toda una escuela o corriente principal dentro del pensamiento), a un movimiento filosófico desarrollado sobre todo en el mundo anglosajón, aunque con repercusión en otros países y con otras denominaciones (como son las llamadas corrientes anti-intelectualistas).

Incluso, un autor como Nietzsche hay veces que se le ha etiquetado como pragmatista, debido a sus ideas sobre "la utilidad y perjuicio de la historia para la vida" o su concepción de la verdad como equivalante a lo que resulta útil para la especie y su conservación. Siendo rigurosos, hay que hablar de un pragmatismo explícito casi de forma exclusiva en esas corrientes anglo-americanas, o al menos fueron las que tuvieron una mayor repercusión e influencia. Es en Estados Unidos, en el seno del Metaphysical Club de Boston (1872-1874), donde puede decirse que surgió el pensamiento pragmatista, con figuras como Chauncey Wright , Francis Ellingwood Abbot, Charles Sanders Pierce o William James. Sobre estos autores, puede observarse una influencia de Alexander Bain con su definición de la creencia como "aquello sobre lo cual el hombre está preparado a actuar". En cualquier caso, los propósitos de las numerosas figuras asociadas al pragmatismo pueden resumirse en que "toda la función del pensamiento es producir hábitos de acción" y de que "lo que significa una cosa es simplemente los hábitos que envuelve". La llamada "máxima pragmática" reza: "Concebimos el objeto de nuestras concepciones considerando los efectos que pueden ser concebibles como susceptibles de alcance práctico. Así, pues, nuestra concepción de estos efectos equivale al conjunto de nuestra concepción del objeto".