sábado, 5 de julio de 2008

Orgullo

Las opiniones frívolas de gran parte del personal, al haberse reconocido ciertos derechos para los homosexuales, llevan a considerar que no es necesario un Día del Orgullo Gay. Los que opinan tan a la ligera son los mismos, tal vez, que cuestionaron en un principio la necesidad de reconocer esos derechos. Como si reconocer derechos esenciales para gran parte de la población fuera una cuestión baladí o vaya usted a saber qué. Son los mismos, quizá, que tienden a generalizar a la menor de cambio (el estereotipo amanerado suele ser su preferido, y desconozco también qué tiene de malo ser amanerado), los que se asombran de la mala intención o sectarismo de algún gay. Cuando escucho estos comentarios, de semejante altura intelectual, respondo tajantemente con una frase que me fascina: ¡Imbéciles e hijos de puta hay en todos lados! Volviendo al Día del Orgullo, y dejando al margen lo sumiso al poder o acomodaticio al sistema económico que pueda tener el evento en la actualidad (me han comentado los que los vivieron hace años, cómo suponía jugarse el tipo frente a la policía y los fachas), yo sí considero que merece celebrarse como le salga al personal de los cojones: de manera hortera, frívola, exagerada... Pero considero también, tal como me dijeron hace tiempo amigos libertarios lamentándose de las ocasiones perdidas, que hay que volver a dotarle de connotaciones políticas, reivindicativas y transformadoras. No soy amigo de las estridencias, ni siquiera de las excesivas celebraciones (patologías de cada uno), pero sí considero que hay que espabilar a la sociedad, despertar algo, y si es con una fiesta enorme pues bienvenida sea. Si esa celebración está a punto de ser absorbida por el sistema, acaparada por la clase política, con mayor motivo para hacerla nuestra. Sigue existiendo un apartheid sociológico, es evidente a pesar de las apariencias; mientras no haya igualdad de oportunidades y mientras se discrimine a cualquier persona por su condición la lucha seguirá y seguirá la conmemoración de los disturbios de Stonewall que supusieron un decir ¡basta! Me gusta el concepto de LGTBQ (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales y queers), donde no se deja fuera a nadie (lo de queer me incluye también a mí), y me gusta la intención ética del filósofo desaparecido Paco Vidarte, según la cual la solidaridad entre oprimidos es básica (entre cualquier clase de oprimidos, nada de sectarismo ni de clasismo, ¡eh, mis "intelectuales" amigos!) Que un gay quiera tener las mismas oportunidades de un hetero de medrar en la sociedad, pisando y explotando a sus semejantes, es igual o más repugnante que aquello contra lo que estamos luchando. Es el mismo caso de ese feminismo burgués que busca que las mujeres ocupen el mismo espacio de los hombres dentro de una sociedad injusta. De nada sirve que se creen ministerios de la "igualdad" o de la "homosexualidad" (o, para ser todavía más ridiculos, ¡y por qué no!, de la "fraternidad" o de la "libertad") si seguimos dejando la base del sistema político y económico igual. Es duro luchar contra la reacción, pero hacerlo contra progresistas de salón (o incluso de cartera) requiere una fortaleza y una lucidez fuera de lo común. Bienvenido sea el reconocimiento de ciertos derechos, pero la verdadera transformación será social.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente deacuerdo en que hay que reivindicar nuestros derechos, basta de privilegios heterosexuales.
yo lo del orgullo me da grima , me parece inapropiado y una importacion del termino muy desafortunada y supongo muy vinculada a la actual mercantilizacion de la jornada del
del 28 de junio, prefireo la tradicional "Dia de la Liberacion LGTB". mucho mas ajustada a lo que en realidad es el acto, una jornada de commemoracion y lucha por nuestra libertad en una socidad heterosexista.
Lo de la pluma (amarenamiento) daria para uno o varios libros, es sin duda una forma muy heterosexual de ver el mundo que nos rodea, ¿Es imnato, por ejemplo al sexo masculino un compaortamiento al que denominamos "viril" o "masculino" o tan solo es otra "pluma" mas, solo que aceptada y promocionada? creo que todos los gays y lesbianas conocemos la falsedad de todo esto, nos divierte mucho tanta banalidad e ignorancia, por lo que en algunas ocasiones incluso utilizamos la pluma como arma o reivindicacion ante ese oscuro mundo.
Recordar, por que es de justicia, o al menos a mi me lo parece, que el movimiento gay no aparecio en los acontecimientos de Stonwell NY en los sesenta, eso solo fue lo que los historiadores denominaron tercer ciclo del movimiento, el segundo fue en alemania en la decada de los 20 y 30 del siglo XX y el primero en Gran Bretaña a principios de siglo. Existe gran documentacion historica al respecto.
Gracias por tu articulo, solo decirte de buen rollo, que no es necesario para apoyar la causa LGTB sin serlo, advertirlo. Yo al igual que la practica totalidad de la personas LGTB defendemos nuestras ideas sin tener la necesidad de anotar que somos LGTB.
Me declaro contra la escuela privada-catolica sin "disculparme" por no tener hijos, o defiendo el derecho al aborto sin anotar que soy un hombre gay, defiendo la educacion en la planificacion familiar de nuestro jovenes sin aclarar que soy gay y apesar de que los gays o lesbianas no nos quedamos embarazados en nuestras relaciones homosexuales, etc, etc.
Salud.
Juan
http://drupal.aldehuela.eu/blog/4