Saint-Simon (1760-1825) fue uno de los pensadores políticos franceses que, gracias al progreso de la ciencia y de la industria, se esforzaron en comprender el desarrollo de la sociedad y de la historia, y también en establecer programas para una reorganización social. No obstante, el pensamiento y las convicciones sansimonianas no aparecen de forma sistemática, sino formando una especie de hervidero de ideas recogidas por sus discípulos en la llamada "Escuela de Saint-Simon" (algunas de cuyas variantes, parece ser, incurrieron en el auténtico delirio "religioso"). Básicamente, este autor considera que existen dos tipos de épocas en la historia: las épocas críticas, necesarias para eliminar las "fosilizaciones" sociales, y las épocas orgánicas. El hombre no es un mero actor pasivo en el acontecer de la historia, tiene siempre la posibilidad de descubrir los medios de alterar el medio social en el que se inserta; estas alteraciones resultan indispensables para la evolución de la sociedad cuando esta funciona con normas que no le corresponden. No existen normas sociales convenientes para todo agrupación humana, lo adecuado para una época puede no serlo para otra (algo habitual). La moderna sociedad industrial, de esa manera, necesita modificar la estructura del ancien régime, todavía subsistente en ella, si de verdad quiere desarrollarse
Un libro atractivo y esclarecedor es Sociología de Saint-Simon, escrito por el especialista en ciencias sociales Pierre Ansart. Lo que se defiende en esta obra, algo tal vez no estudiado con anterioridad, es que Saint-Simon fue uno de los precursores más interesantes de la sociología contemporánea. Recurrente es incluir a este autor, junto a Fourier y Owen, y creo que debido en origen a Marx, en el llamado "socialismo utópico", pero fue Durkheim el primero en aportar una nueva interpretación de la obra de Saint-Simon y en señalar su importancia en la creación de las ciencias sociales. La obra de Saint-Simon se sitúa en el primer cuarto del siglo XIX, momento crucial para la intelectualidad europea, en el que se abandonó el pensamiento del siglo de las luces y se convirtió al hombre en objeto del conocimiento científico, lo que hará posible la aparición de las ciencias sociales; por otra parte, destaca en el pensamiento sansimoniano su presciencia sobre lo que él llamaba el "sistema industrial". Por lo tanto, Saint-Simon no es, ni de lejos, un autor que se deje llevar meramente por su imaginación, sino que se inserta significativamente en un periodo intelectual crucial para la historia, lo que él mismo definía como una auténtica revolución científica que alcanzaba a todas las ramas del saber y que anunciaba una nueva ciencia que tendrá como objeto el hombre y la sociedad.
Saint-Simon volcará sus críticas en la religión y en la metafísica, denunciará toda rastro de las viejas costumbres, la subordinación a los dogmas establecidos, así como la incapacidad de pensar positivamente las relaciones sociales y su evolución. Todo este esfuerzo crítico no será sino la preparación para el estudio de la nueva disciplina, los preámbulos para una nueva fase de creación y de organización. El entusiasmo de la obra sansimoniana pone todo su empeño en el progreso, gracias a que las ciencias físicas y humanas puedan hacerse acumulativas; el francés cree vislumbrar una nueva humanidad con nuevas organizaciones sociales e intelectuales. Pero el camino a recorrer era largo, ya que el vasto campo de los hechos sociales se encontraba aún en manos de las creencias teológicas y de la abstración filosófica. El libro de Pierre Ansart tiene como objeto el estudio detallado de este intento de Saint-Simon de crear una "ciencia del hombre" o "ciencia de las sociedades", algo que puede ser considerado como el primer intento sistemático de creación de las ciencias sociales. Saint-Simon apuesta porque el observador social se proponga el estudio de las "organizaciones sociales", con el objeto de mostrar la especificidad de los distintos sistemas sociales y la composición de las instituciones, su funcionamiento, coherencia o situación conflictiva. Gracias a la observación y a la investigación, es posible descubrir las condiciones del proceso social, explicar la evolución en el pasado y prever las grandes líneas de las ulteriores transformaciones. Por lo tanto, una de las grandes aportaciones de Saint-Simon es el otorgar a la ciencias sociales un objeto definido, y el descubrimiento de la especificidad de ese objeto con respeto a las ciencias físicias y ciencias biológicas.
Todo este esfuerzo de la obra sansimoniana de creación de una ciencia social estaba dirigido a derribar un sistema político establecido, el anunciamiento de una evolución social futura va parejo a la instauración de una práctica política que conduce a una nueva organización de la sociedad. No existe, de este modo, una mera reflexión científica y filosófica, se pretende que la política se vuelva "positiva": que descubra las características de la nueva organización social y que indique los medios para alcanzarla. El pensamiento de Saint-Simon paso de condenar el ancien régime, como tantos otros liberales de su tiempo, a ser auténticamente revolucionario, ya que concluyó que el desarrollo de la la sociedad industrial sería determinante para la nueva sociedad, se transformaría la naturaleza de las realaciones sociales y se impugnaría el principio de la propiedad privada. Es por eso que a Saint-Simon se le considera una de los primeros teóricos del socialismo moderno. Pero el optimismo sobre el fin de los conflictos militares gracias a la extensión de la industria no tuvo un reflejo en los siglos posteriores; no obstante, Ansart defiende la presencia de Saint-Simon en el pensamiento contemporáneo gracias a una serie de valores que permanecen actuales (a pesar de las apariencias del "sistema triunfante"): la urgencia del desarrollo industrial, el progreso científico y técnico, la necesidad de una planificación racional o la necesaria participación de los productores en la empresa colectiva. No obstante, hay que señalar también las paradojas y "fracasos": las afirmaciones de Saint-Simon sobre el carácter pacífico de la industria, así como la transparencia inherente a una sociedad avanzada en ese sentido, o sobre lo imposible de que se produjera una tecnocracia opresiva. Es el fracaso de una evolución industrial en la que se confió de manera excesiva, tal vez porque Saint-Simon se situó en la génesis y en un plano excesivamente general y sintético. Ansart cree que la lectura de la obra sansimoniana obliga a replantear todos estos problemas y a indagar en por qué no se han cumplido las expectativas.
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