miércoles, 22 de junio de 2011

Desahogos epistolares

A propósito de la crónica sobre la manifestación del 19-J, aparecida el día despues en el diario Público, les envío la siguiente carta:
"Tal y como aparece en su crónica del día después, no me parece lo más adecuado definir las reivindicaciones del 19-J simplemente como 'reclamar un sistema político más representativo' Son muchas las cosas que se han vertido sobre Democracia Real Ya y el movimiento 15-M, muchas de ellas infames que se se descalifican por sí solas. Sin embargo, y a pesar de las diferentes intenciones que existen en las personas participantes (más reformistas o más radicales, palabras a las que no hay que tener ningún miedo), me parece muy fácil de comprobar la sensibilidad antiautoritaria que se respira, junto con una encomiable preocupación por lo social y por lo público. No sé muy bien qué fue DRY, y eso ya es historia, pero todo el movimiento posterior (incluida la descentralización con las asambleas de barrio, de las que se habla muy poco) tiene un funcionamiento horizontal y puede calificarse, a largo plazo, como un proyecto social autogestionario. ¿Izquierda? Es posible, aunque hay que recordar que gran parte de la culpa de la situación que padecemos la tiene la izquierda parlamentaria. La gran crítica es al sistema político (Estado) y al económico (Capital), por lo que bienvenido sea un funcionamiento social diferente en el que se dé sentido a palabras como 'solidaridad', 'dignidad' y 'respeto'."

Tal vez, venga a colación otra carta publicada en el mismo diario (aunque algo "mutilada"), versión condensada de una entrada de este blog):
"Es grato ver en diarios de información general artículos críticos y radicales. Este es el caso de “La difícil alternativa anticapitalista” de José A. González Casanova, que va contra un sistema nefasto con una mera apariencia de democracia y libertad más o menos asumida por las personas. Este discurso no es fácil de mantener sin algún tipo de censura previa o con la consabida etiqueta de “antisistema” o “radical”. No obstante, unos cuantos peros.
Cuando el autor menciona la autogestión como una clara alternativa al sistema económico, habla de los logros actuales en Sudamérica y la breve experiencia anarquista catalana de 1936 (sin sus excesos), no es suficiente con que se ignore o se mienta continuamente sobre la experiencia revolucionaria que se realizó en este país al inicio de la Guerra Civil como para tener que leer este tipo de textos, que tratan de apropiarse de lo que el anarquismo siempre ha defendido con limpieza y honestidad, pero dejando claro, al mismo tiempo y sin vergüenza, que no se pretende ir tan lejos. Soy poco amigo de utopías o mitificaciones, pero cada rumbo que toma la humanidad me confirma lo mucho que han acertado los anarquistas en sus análisis y lo necesario que es que se tome un camino en pos del ideal libertario.
Claro que los partidos políticos ya no son una esperanza. Siempre han dicho los libertarios que la política profesionalizada es sinónimo de conservadurismo y de corrupción en mayor o menor medida. Claro que es necesario vencer la apatía y el acomodo y propiciar un cambio de modelo en el pensamiento y en la acción política. Claro que la esperanza se deposita en los movimientos sociales para que lleven a cabo ese cambio. Siempre lo ha estado."

Un amigo ácrata de Barcelona me pide opinión sobre DRY y el movimiento 15-M, ya que el hombre, aunque se muestra participativo, no se encuentra del todo cómodo (insisten en vincular a la plataforma con ciertos personajes incalificables, pero es evidente que nada tiene que ver aquella con el movimiento posterior):
 "Subscribo todo lo que dices, yo tampoco me interesé por DRY, pero si por lo que nació después, que considero que tiene rasgos libertarios muy interesantes. No es que haya estado muy metido, aunque yo también procuro asistir a las asambleas de barrio y veo que el espíritu sigue siendo antiautoritario con gente muy sensibilizada por lo social y lo público. No sabía lo la conexión de DRY con esos personajes (imagino a que te refieres que son ultraliberales o esa falacia llamada "anarcocapitalistas"), aunque ya digo que habría que olvidarse de aquello, y así creo que lo consideró en su momento la misma plataforma.
Yo he visto a anarquistas reticentes (con mucho gusto por la "conspiranoia", algo que me parece a veces de locos), pero la mayoría se han alegrado del asunto y han hecho autocrítica (me encanto la frase de un compañero: "estamos constantemente esperando que llamen a nuestra puerta, si no lo hacen será por algo"). Creo que hay que tener respeto por la gente y llevar nuestras ideas allá dónde podamos y veamos que hay un terreno común (no estamos por la reforma de la ley electoral, como es lógico, pero comprendo que esa sea una de la reivindicaciones de entrada y habrá que transigir, no oponerse de manera obtusa y sin sentido)."

Por último, por su interés, reproduzco una intervención en cierto foro de Filosofía y Pensamiento, el mismo día 19 de junio:
"Tras un mes de contrastar cosas, creo que el 15-M, del cual comparto en abstracto muchas de sus reivindicaciones, es un movimiento minoritario de jóvenes ingenuos, explicable (o inexplicable, dada la pequeña tasa de participación) por los índices de paro, hipotecas, corrupción y traición política en general, pero promovido desde sus orígenes por grupos reaccionarios como Democracia Real Ya, organizados desde el entorno de Mario Conde o García Trevijano y del anarco-capitalismo en general, como ensayo de válvula/manipulación/monopolización de una situación social potencialmente explosiva. Está personificado por personajes oscuros como Fabio Gándara (entrevistado por la TV varias veces, desdiciendo el antipersonalismo del movimiento), Enrique Dans, el Viejo Muy, Román Estrade y otros gurús de la tecnopolítica. Adhesiones de Falange aparte. Demasiadas alertas para tan poco tiempo...
  En cuanto a los "indignados", hoy estuve en la plaza de Neptuno, confluencia de las kilométricas "columnas" que -enfáticamente- habrían de llegar desde todos los puntos cardinales de Madrid. Pues bien: un mes después y miles de horas de benévola info mediática (¿no induce a sospecha también esto?), los congregados volvieron a ser unos 35.000, como en la Puerta del Sol el 21-M. Una mayoría de jóvenes/estudiantes, algunas familias, bastante marginal y cero trabajadores o inmigrantes.
 Ni son todos los que están (el movimiento no es consciente de su grado de infiltración, policías aparte), ni están todos los que son: concretamente, no están el 95% de los concernidos. En suma: es un movimiento diseñado/manipulado desde su origen, es un movimiento anti-partidos y anti-sindicatos (uf), y es un movimiento sin calado en la masa trabajadora. Malos mimbres para un cesto... "

Y esta es mi respuesta:
"Vaya, gracias por lo de 'joven' y tal vez por lo de 'ingenuo' (¿por qué la gente se empeña en utilizar esta palabra de forma peyorativa?, ¡con lo bella que es!).
Es curioso que se utilice como argumento sospechoso el hecho de que no haya una gran información mediática en contra: primero, que no es totalmente cierto; segundo, tal vez no han encontrado demasiado donde criticar (porque se ha tratado de eso, no de que hayan hablado absolutamente bien).
Democracia Real Ya sería lo que fuere, creo que eso ya es historia. Yo mismo no lo hice demasiado caso, la palabra 'democracia' me echa bastante para atrás. Enseguida pasamos a otra fase: Movimiento 15-M (lamento discrepar hasta en esto, a mí me gusta la palabra, existe algo llamado 'movimientos sociales'", aunque la gente se obceca en "partidos" y "sindicatos" que son más de lo mismo).
El siguiente paso sería la descentralización del 'movimiento' con la asambleas de barrios. Construir un mundo desde abajo, yo no veo otra opción libertaria. ¿Ingenuidad?, por supuesto. Yo lo que he vivido es un espíritu antiautoritario  y una sensibilidad hacia lo social y lo público encomiables. ¿Intento de acaparar el asunto por parte de interesados políticos?, claro que los ha habido, pero por lo que yo he vivido no ha sido precisamente la derecha (que, para alejar sospechas, detesto profundamente). Lo grandioso es que los manipuladores no han tenido cabida; es lo que tiene tener las convicciones claras.
Me hace gracia tu reparto de la participación en la mani de hoy. Yo he hecho el recorrido completo y me hace mucha gracia. Desde luego que la gente participante son antipartidos y antisindicatos, cuando la izquierda parlamentaria y los sindicatos de Estado (aquí sí que hago yo ¡uf!) tienen gran culpa de la situación que padecemos hoy. No hay una mayoría anarquista (¡qué más quisiera yo!), pero veo comprensibles sus demandas y su hastío. Es lo que tiene tener respeto por las personas y no presentarlas 'como víctimas de la manipulación más fácil' (me suena esta frase)."

El último paréntesis alude a una reciente polémica, en ese mismo foro, en el que se presentaba a ciertas ideologías como tendentes  presentar "a las masas sociales como gente que queda a merced de la manipulación más fácil" (a raíz de esto, se produjo otra pequeña polémica, no resuelta en mi opinión, sobre qué ideologías son esas, aunque es evidente que algo de razón tenía la persona que dijo esto).

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