sábado, 5 de abril de 2008

¿Qué está pasando en el Tibet?

El escritor e historiador Higinio Polo, especializado en política asiática, afirma que ha sido una campaña propagandística la que ha idealizado al Dalai Lama, dando una visión benévola de alguien que no es sino el jefe espiritual de una secta lamaísta en decadencia desde que la revolución comunista acabó con sus privilegios. Polo dice que el Tibet anterior a 1949 era una teocracia feudal y esclavista, con la propiedad y la riqueza concentradas en manos de la nobleza y de los monjes. La soberanía de China sobre el Tibet se remonta a 1907, con un tratado entre Gran Bretaña, Rusia y la propia China, pero la guerra civil que estallaría cuatro años después hizo que el ejército chino abandonara el Tibet y el Dalai Lama volviera a ejercer el poder, sin que China renunciara nunca a la hegemonia sobre el altiplano tibetano. Polo dice, sin embargo, que nunca hubo una invasión china del Tibet, ya que era territorio chino desde siglos antes de que existieran los actuales países europeos y que el Dalai Lama gobernó un régimen ferozmente represivo sostenido por el aislamiento de la región, por la decadencia de la China imperial y por la intervención de potencias como Gran Bretaña. La milagrosa "conversión" del Dalai Lama a la democracia fue consecuencia de su exilio, a partir de 1959, en el norte de la India, convirtiéndose en un peón de los EE.UU. Esta potencia entrenó en técnicas de guerrilla y sabotaje y abasteció de armas a grupos de tibetanos llamados khampas, los cuales dirigieron ataques continuos a China desde sus bases del Nepal. La última revuelta en el Tibet, en este mes de marzo de 2008, no ha sido pacífica como afirma gran parte de la prensa internacional, y Polo se atreve a afirmar que las persecuciones contra chinos han y comerciantes musulmanes, causantes de víctimas mortales y de numerosos saqueos, las efectuaron los responsables de la revuelta tibetana y no el gobierno chino. El momento estaba calculado, debido a la proximidad de las Olimpiadas en Pekin, para aumentar la tensión y el acoso al régimen chino. No existió, según Higinio Polo, una revuelta de un pueblo oprimido -niega la participación de la mayor parte de la población tibetana en los hechos violentos y atribuye la culpa a los seguidores del Dalai Lama-, sino una campaña perfectamente orquestada por Washington. El historiador no critica ni un ápice, en este artículo publicado en el periódico Diagonal, al feroz régimen totalitario, comunista o capitalista de Estado, que existe en el país asiático. Probablemente, muchas de sus afirmaciones son ciertas, empezando por la desconocida teocracia -o, peor, aceptada por los simpatizantes occidentales, lo que dice mucho de los efectos de las religiones, incluso de aquellas de apariencia "amable"- existente en el Tibet antes de la Revolución china y, sin ánimo de ser objetivo, siempre resultan mosqueantes las revueltas dirigidas por el clero. Sin embargo, me resulta también muy sospechosa la reiterada actitud de ciertos comunistas de achacar a la prensa capitalista todas las mentiras posibles sobre ciertos regímenes, negando una y otra vez el desastre que ha sido la aplicación de la teorías de Marx, Lenin o Mao.

1 comentario:

Hipo dijo...

No es posible negar la invasión del Tibet por china, diciendo que toda esa superficie era china desde siempre. También los Indo Arios poblaron Europa y no por eso no está dividida en países. En 1950 el supuesto ejército de liberación china arrasó con los tibetanos que no aceptaran el nuevo régimen y estado comunista inaugurado un año antes, 10.000 militares bombardearon los templos y monasterios del Tibet oriental e inluso hay grabadas ejecuciones públicas en masa de esa época. . tal y como sigue haciendo en la actualidad este gobierno supuestamente popular no admite, ni culto ni disidencias que no séa el impuesto. Desde 1950 cuando escapó el Dalai Lama, con 15 años y acompañado de una mínima delegación, se dedicó a enseñar al mundo la situación vergonzosa de invasión en la que vive su país. Para muchos esto es nuevo e incluso un invento, para otros, la liberación del Tibet es una premisa que solicitamos desde hace mucho tiempo, con o sin Olimpiadas, y forma parte de la historia reciente y negra de las muchas barbaridades que el gobierno imperialista chino viene practicando, por no hablar de la actitud que tiene este país a nivel ecológico, negándose sistemáticamente a cumplir cualquier tratado internacional, la falta de derechos humanos, y la programación que recibe el pueblo desde la infancia.
No podemos poner en duda que cuando un gobierno de corte militar mata, coarta la libertad de expresión, encarcela y limita la vida de sus ciudadanos como en la actualidad está haciendo china, no lo hiciera antes a su antojo con bastante menos presión mediática a la hora de expulsar a los tibetanos de sus país y templos a golpe de asesinato . Actualmente siquiera existe libertad de expresión para la prensa, adjunto enlace interesante:
http://www.rsf.org/article.php3?id_article=15857
China siquiera respeta derechos fundamentales de sus ciudadanos. Seguro que estas són las Olimpiadas más rentables del mundo. No se paga la mano de obra, quién da más....