martes, 20 de mayo de 2008

A Fernando Savater

Por qué, señor Savater. Por qué un tipo que todavía reivindica "lo libertario" (la autogestión social, así le oí decirlo en un reciente programa televisivo) es capaz de involucrarse en un partido político encabezado por una señora que se llena la boca de nación española (sí, ustedes dicen que eso no es nacionalismo, pero...). Por qué alguien que escribió un bello libro como Invitación a la ética, preñado también de convicción libertaria, revolucionaria y humanista, o como Ética como amor propio, que reivindicaba el impulso moral de cada individuo (recordándonos al bueno de Stirner, filósofo reivindicable donde los haya), por qué ese mismo hombre (capaz, estoy seguro, de no renegar de ninguna de sus líneas) escribe ahora una y otra vez tópicos sobre la intelectualidad progre. Acusaciones de no movilizarse contra ETA, acusaciones de manifestarse contra la guerra de Irak (¿usted no lo hizo?), acusaciones de solo movilizarse cuando el culpable es estadounidense (tópico, tópico una y otra vez, el muro cayó hace tiempo, sr. Savater, los anarquistas han denunciado la opresión venga de donde venga, no repita usted el miserable e interesado tópico de la derecha mediática). Por qué alguien que escribió un Panfleto contra el Todo, donde se denuncian supuestos ideales que justifican la burocracia (el Todo, el Poder, el Estado, la Justicia...) se mete ahora en una lucha por el miserable y triste poder (creo que usted lo achacará a una suerte de circunstancialismo, y no me gusta mencionar demasiado la palabra coherencia, pero...). Por qué, sr. Savater, por qué actúa así el mismo fulano que ayudó (y sigue ayudando, estoy seguro) a que el más común de los mortales utilice la reflexión filosófica para que conceptos como Ética y Ciudadanía tengan un sentido pleno. Por qué aquel tipo que defendía un antimilitarismo consciente y revolucionario, propio de un pensamiento renovador y emancipatorio, justifica y se integra hoy en día en el Estado (la lucha contra unos miserables asesinos, que desean su propio Estado totalitario, no justifica esto, sr. Savater). Cualquier perseguido merece mi simpatía, soy enemigo de todo nacionalismo y combatiré con fuerza a aquel que mata y extorsiona (mi creencia en la autogestión social, en una sociedad más libre y consciente, no me hace perder el norte ni volver la espalda), pero su elección por el Estado y la Constitución (elección mejor, para usted, parece ser, que lo que pretenden sus enemigos) creo que es parte de un juego político en el que muchos no queremos entrar (muchos a los que también nos repugna el terrorismo, y sé que mis circunstacias nunca serán las suyas). A pesar de sus artículos de opinión, no termino de creerme que haya evolucionado de ideas libertarias al liberalismo o a la socialdemocracia (soy así de ingenuo). Tal vez debiera volver a leer la gran obra de Max Stirner El único y su propiedad y escribir un nuevo Panfleto contra el Todo. Yo, tal como usted en su juventud, también me considero un "revolucionario sin ira". Espero no ser nunca un conservador de ningún tipo.

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