lunes, 14 de noviembre de 2011

Armand Guerra

Como decía en la entrada anterior, la  personalidad de Armand Guerra, cineasta, escritor y periodista, bien merecía un texto aparte. José Estivalis Cabo, nombre real de Guerra, nació en el pueblo valenciano de Liria el 4 de febrero de 1886. No se conoce demasiado sobre sus humildes orígenes, sí que fue monaguillo y enseguida se hizo furibundo anticlerical cambiando la iglesia por la imprenta y el teatro. Sin que pueda asegurarse la fecha exacta, a partir de 1906, se sabe que su participación en huelgas le conduce a la cárcel y luego a Francia. En Marsella, contacta con los principales anarquistas franceses e italianos, y pasa también por Lyon y París. Ya en septiembre de 1908, y sin que sepa por qué, se dirige a Ginebra donde también contacta con revolucionarios ácratas formando parte del grupo Germinal. A pesar de la intensa vigilancia policial, Estivalis se muestra activo trabajando y escribiendo. En 1909, aparece una colaboración suya en Tierra y libertad de Barcelona, publicación en la que acabará figurando como director, dedicando gran parte de su labor a favorecer la campaña para que se libere al finalmente ejecutado Ferrer Guardia. También colabora con artículos en el semanario ¡Tierra! de La Habana y en publicaciones italianas y francesas, al dominar ya ambas lenguas.

Continúa una vida de aventuras por diversas partes del mundo. En 1911, se dirige a Italia permaneciendo unas semanas en Milán. Tal y como escribe en ¡Tierra!: "He visto Milán: su miseria y sus riquezas, sus alturas y sus bajos, su intelecto y su ignorancia(). Y parto. Parto sin ninguna esperanza definida, a la ventura, empujado por la sed de correr a través de los pueblos, de admirar las bellezas de Natura, de estudiar a los hombres, de sembrar rebeldías, de gozar a mis anchas". Venecia le impacta, acaba en Alejandría (Egipto) e, increíblemente, contacta con un grupo de libertarios de distintas razas y países. Visita también El Cairo, donde crea en mayo de 1911 un periódico trilingüe, en francés, italiano y griego, llamado L'Idea. Desgraciadamente, se les prohíbe utilizar el árabe, por lo que el alcance de la propaganda es limitado. Su interés por el periódico va decreciendo y le acaba afectando el clima de miseria e ignorancia de El Cairo, por lo que parte hacia Grecia. Desde Atenas, embarca hacia Constantinopla prosiguiendo por el Mar Negro y después por el Danubio. En el puerto rumano de Constantza, comienza una auténtica osadía para nuestro protagonista esperándole la policía en cada lugar que visita de Rumanía, Serbia y, de nuevo, Grecia. 1911 es un año intenso, cuyas aventuras son descritas por Estivalis en amenos textos.
Equipo de rodaje de Carne de fieras
Armand Guerra (de pie) junto a Georges Marck
En 1913, debuta como cineasta. Su película Un grito en la selva recibe elogios de Yves Bidamant, secretario de la Unión de Sindicatos de Francia, que señala lo necesario de un cine de temática social. Así, nace entre la clase obrera la cooperativa Le Cinéma du Peuple, para la que rueda Les Miséres de l'aiguille, Le Vieux Docker y La Commune, las cuales han sido recuperados, total o parcialmente, por la Cinémathéque de París. Roman Gubern, en el documenal El cine libertario..., señala su cortometraje sobre la Comuna como una obra brillante. Estas películas, junto a Carne de fieras, de la que ya hablé en la entrada anterior, son el único patrimonio cinematográfico existente dentro de la gran producción que realizó Armand Guerra. En 1917, crea en Madrid Cervantes Films, para la que dirige y protagoniza El crimen del bosque azul, La zarpa del paralítico y La maldición de la gitana, las cuales se desconoce cuándo pasaron por las salas o si lo hicieron. Es otra experiencia que tiene que llevar a cabo prácticamente solo, por lo que apenas dura un año. En 1920, trabajará en Alemania, en los estudios de la UFA de Babelsberg haciendo todo tipo de trabajos como director de doblaje, productor, realizador, guionista, rotulador e, incluso, siendo corresponsal de la revista Popular Films de Barcelona. Su película Luis Candelas, el bandido de Madrid data de 1926, a la que sigue Batalla de damas (1927). Parece que en 1931 va a realizarse su deseo de instalarse definitivamente en España, por lo que adquiere unos terrenos en Valencia para los estudios Hispano-Cineson. A pesar de que Mateo Santos le dedica un reportaje en Popular Films, es otro proyecto que se viene abajo sin que se conozca muy bien por qué.

Marlene Grey, que bailaba desnuda entre leones en Carne de fieras.
Los años previos a la Guerra Civil Española, los calificó él mismo de "ostracismo", aunque realizara importantes trabajo como traductor y afianzara su vida personal al lado de su pareja Isabel Anglada y con el nacimiento de una niña en 1934. Existen unas memorias de Armand Guerra llamadas A través de la metralla, escritas de manera muy amena casi con seguridad en 1937, sobre sus experiencias en los primeros meses después del alzamiento militar de julio de 1936. Ese libro, reeditado en 2005 por La Malatesta Editorial, son el único documento escrito que ha quedado en el que se relate las peripecias de aquel equipo que filmó tres documentales llamados Estampas guerreras, dirigidos por Guerra, y que no se han recuperado. Es un testimonio audiovisual desgraciadamente desaparecido, sobre la lucha de los milicianos y la obra constructiva de la Revolución española, pero ahí está el libro de Guerra para evidenciarlo. Este cineasta, periodista y anarquista falleció prematuramente en marzo de 1939 debido a una mala salud consecuencia de malas experiencias carcelarias. Sin embargo, forma ya parte de la historia gracias también al recuperado film Carne de fieras, convertido en patrimonio cultural del cine, que comenzó solo dos días antes de la sublevación y que terminó rápidamente antes de partir con su equipo al frente. Un hombre de múltiples facetas, de vida en gran parte misteriosa y siempre aventurera, trotamundos infatigable, propagador del ideal ácrata y "sembrador de rebeldías", como fueron siempre los libertarios.

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