La lectura de las emotivas memorias de Juana Rouco Buela, militante anarquista no muy conocida en España, publicadas originalmente en Buenos Aires en 1967 y editadas recientemente por LaMalatesta, Historia de un ideal vivido por una mujer, me hace indagar en la rica historia, en experiencias y en creaciones, del anarquismo en Argentina. En las dos primeras décadas del siglo XX, el movimiento anarquista argentino puede definirse como masivo y con gran visibilidad; la gran central obrera de orientación anarquista, la FORA (Federación Obrera Regional Argentina), fue la más importante hasta 1915 y es una de las expresiones más importantes del movimiento, como lo son las innumerables publicaciones, las escuelas libertarias inspiradas en la creación pedagógica de Francisco Ferrer, así como la gran cantidad de ateneos y bibliotecas populares. En la autobiografía de Juana Rouco es posible ver este esplendor del anarquismo con movilizaciones como la legendaria huelga de inquilinos. Parecer ser que la historiografía limita el auge del anarquismo al año 1910 comenzando después una etapa de decadencia; son varias las causas que se suelen mencionar: la modificación de la ley electoral de 1916 (con la que se declara la universalidad del voto), los nuevos mecanismos de negociación desde el Estado en los conflictos gremiales, la transformación urbana con la que se producen nuevas relaciones sociales, el desarrollo de la industria del ocio (fútbol, cine...) y, como resulta obvio, la dura represión estatal iniciada en ese mismo año de 1910 con la Ley de Defensa Social, la clausura de periódicos, los encarcelamientos y exilios. El movimiento anarquista, irreductible en sus principios, fue perdiendo protagonismo ante otras fuerzas políticas y sindicales que no ponían objecione a adaptarse a los nuevos mecanismos de negociación y a participar en la lucha electoral. No obstante, a pesar de que el anarquismo desapareció de la historiografía oficial a partir de la tercer década del siglo XX, no pereció en absoluto, aunque sí es cierto que la FORA se encontraba en minoría frente a otras organizaciones sindicales. Sí es cierto que el golpe de Estado de Uriburu en 1930, con la consecuente dictadura militar y represión, fue un crudo episodio para el anarquismo argentino; el posterior régimen populista de Perón, de inaceptable aceptación para algunas corrientes que se dicen progresistas y revolucionarias, supuso otro golpe importante para el movimiento libertario.
No obstante, en 1935, y muy importante para la historia del anarquismo, se produce la creación del primer grupo "especifista": la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA). Se trata de una organización con características diferentes a las que habían actuado dentro de la FORA; la base social era ya diferente y las luchas no se limitaban al mundo sindical, el cual estaba ya en ese momento muy mediatizado por el Estado. El desafío para el anarquismo, como es habitual en su historia, era mantener sus principios y, a la vez, procurar que su acción consecuente con ellos fuera efectiva en un entorno cambiante. No es que los integrantes de la FACA renunciaran por completo a la lucha anarcosindicalista, pero eran conscientes de que era necesario otorgar vitalidad al otro aspecto del pensamiento y de la práctica anarquistas. Así, nace la FACA, la cual se convertiría en 1955 en la Federación Libertaria Argentina. Es muy significativo este olvido en la historiografía oficial, cuando se limitan los estudios de un anarquismo solo como parte del movimiento obrero; se restrigen los aspectos políticos y se vinculan, de un modo un otro, a aquellos fenómenos vinculados de alguna manera al Estado. Estudios recientes explican así la desaparición del anarquismo en la historia oficial, por lo que desaparecen todos los grupos y prácticas autónomos y ajenos al Estado, o se les desprende de su carácter político y son relegados al campo de lo social. Son innumerables las actividades y proyectos llevado a cabo por la FACA, y la posterior FLA. Destaca entre ellos la labor de apoyo al movimiento anarquista español en el momento en que el general Franco se levanta contra la República. Con el también comienzo de la revolución en España, la FACA realiza una importante labor de apoyo a la misma; intervino en múltiples comités populares de Ayuda a España, fundó de acuerdo con la CNT y la FAI el Servicio de Propaganda de España (con la edición de la revista Documentos Históricos de España) e impulsó la formación de la Solidaridad Internacional Antifascista. En noviembre de 1936, la FACA designa tres delegados para colaborar en la Península Ibérica, los cuales desarrollaron una importante labor.
Dando un salto notable en el tiempo, con sus rupturas dentro del movimiento anarquista, pero no exento de cierto hilo conductor, a comienzos de la década de los 90 se crea la Biblioteca Archivo de Estudios Libertarios (BAEL); en ella, existe un importante material correspondiente a la revolución española, aunque también de muchos otros países. Un grupo de militantes argentinos decide ordenar los innumerables periódicos, revistas, folletos y documentos que contenían los más de cien años de historia del movimiento en aquel país sudamericano. Era un trabajo cultural, con el afán de compartir el conocimiento, muy propio de los anarquistas a lo largo de su existencia; aunque este trabajo de sistematización, hasta ese momento, no se había realizado, sí se había producido por parte de militantes una donación continuada de material a las diversas bibliotecas y por eso que el trabajo posterior con la creación de la BAEL fue posible. Se trataba de un valiosísimo material acumulado durante décadas, no solo por su extensión y contenido, también por la práctica que expresa y por el papel que ejerció cada documento a lo largo de su recorrido. Por supuesto, este gran trabajo concretado en BAEL se realizó de manera autogestionada definido en base a cuatro registros, que resumen el modo de hacer anarquista: horizontalidad, autonomía económica, transversalidad cultural y fraternidad. La Biblioteca nace al abrigo de la organización especifista Federación Libertaria Argentina, y realiza una fundamental labor de visiblidad del pensamiento y de la acción anarquistas acumulados durante décadas. Son muchas las personas que han participado en el recorrido de organización, ordenamiento y creación de BAEL, y la importancia histórica del trabajo, que acumula material desde finales del siglo XIX hasta nuestros días y procedente de 44 países, es incuestionable constituyéndose en uno de los archivos anarquistas más importantes del mundo.
SitIo web de la BAEL: http://www.libertario.org.ar/bael.html
No obstante, en 1935, y muy importante para la historia del anarquismo, se produce la creación del primer grupo "especifista": la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA). Se trata de una organización con características diferentes a las que habían actuado dentro de la FORA; la base social era ya diferente y las luchas no se limitaban al mundo sindical, el cual estaba ya en ese momento muy mediatizado por el Estado. El desafío para el anarquismo, como es habitual en su historia, era mantener sus principios y, a la vez, procurar que su acción consecuente con ellos fuera efectiva en un entorno cambiante. No es que los integrantes de la FACA renunciaran por completo a la lucha anarcosindicalista, pero eran conscientes de que era necesario otorgar vitalidad al otro aspecto del pensamiento y de la práctica anarquistas. Así, nace la FACA, la cual se convertiría en 1955 en la Federación Libertaria Argentina. Es muy significativo este olvido en la historiografía oficial, cuando se limitan los estudios de un anarquismo solo como parte del movimiento obrero; se restrigen los aspectos políticos y se vinculan, de un modo un otro, a aquellos fenómenos vinculados de alguna manera al Estado. Estudios recientes explican así la desaparición del anarquismo en la historia oficial, por lo que desaparecen todos los grupos y prácticas autónomos y ajenos al Estado, o se les desprende de su carácter político y son relegados al campo de lo social. Son innumerables las actividades y proyectos llevado a cabo por la FACA, y la posterior FLA. Destaca entre ellos la labor de apoyo al movimiento anarquista español en el momento en que el general Franco se levanta contra la República. Con el también comienzo de la revolución en España, la FACA realiza una importante labor de apoyo a la misma; intervino en múltiples comités populares de Ayuda a España, fundó de acuerdo con la CNT y la FAI el Servicio de Propaganda de España (con la edición de la revista Documentos Históricos de España) e impulsó la formación de la Solidaridad Internacional Antifascista. En noviembre de 1936, la FACA designa tres delegados para colaborar en la Península Ibérica, los cuales desarrollaron una importante labor.
Dando un salto notable en el tiempo, con sus rupturas dentro del movimiento anarquista, pero no exento de cierto hilo conductor, a comienzos de la década de los 90 se crea la Biblioteca Archivo de Estudios Libertarios (BAEL); en ella, existe un importante material correspondiente a la revolución española, aunque también de muchos otros países. Un grupo de militantes argentinos decide ordenar los innumerables periódicos, revistas, folletos y documentos que contenían los más de cien años de historia del movimiento en aquel país sudamericano. Era un trabajo cultural, con el afán de compartir el conocimiento, muy propio de los anarquistas a lo largo de su existencia; aunque este trabajo de sistematización, hasta ese momento, no se había realizado, sí se había producido por parte de militantes una donación continuada de material a las diversas bibliotecas y por eso que el trabajo posterior con la creación de la BAEL fue posible. Se trataba de un valiosísimo material acumulado durante décadas, no solo por su extensión y contenido, también por la práctica que expresa y por el papel que ejerció cada documento a lo largo de su recorrido. Por supuesto, este gran trabajo concretado en BAEL se realizó de manera autogestionada definido en base a cuatro registros, que resumen el modo de hacer anarquista: horizontalidad, autonomía económica, transversalidad cultural y fraternidad. La Biblioteca nace al abrigo de la organización especifista Federación Libertaria Argentina, y realiza una fundamental labor de visiblidad del pensamiento y de la acción anarquistas acumulados durante décadas. Son muchas las personas que han participado en el recorrido de organización, ordenamiento y creación de BAEL, y la importancia histórica del trabajo, que acumula material desde finales del siglo XIX hasta nuestros días y procedente de 44 países, es incuestionable constituyéndose en uno de los archivos anarquistas más importantes del mundo.
SitIo web de la BAEL: http://www.libertario.org.ar/bael.html
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