jueves, 10 de abril de 2008

El basurero de Israel

Pocas cosas pueden ser más estremecedoras -como espectador, me refiero, naturalmente-, que asistir a la proyección de una película documental como The Garbage Cage y, a continuación, escuchar una charla de una persona que vive cotidianamente el horror palestino, como es Juani Rishmawi. La película habla, y entrevista, a las personas, muchos son niños, que son forzadas a subsisitr en el área de Hebrón, extrayendo metales en el basurero de Yatta -para mayor indignación, Israel deposita sus residuos en los alrededores de los asentamientos árabes-. Rishmawi es una mujer española casada con un palestino, responsable de las relaciones internacionales con España de Union of Health Work Committees (UHWC), que vive desde 1985 en Beit Sahur, aldea de Cisjordania próxima a Belén. Rishmawi considera que la situación actual es heredera de los acuerdos de Oslo, entre la OLP y el Gobierno de Israel, donde se designó a la Autoridad Palestina responsable de la administración civil en las áreas urbanas palestinas llamadas "A" y del control civil en las areas rurales "B" y se dejaba bajo control israelí exclusivo las denominadas áreas "C": asentamientos judíos, la región del Valle del Jordán y las conexiones por carretera entre comunidades palestinas. El boicot económico de la Unión Europea -supuestamente al gobierno de Hamas para que abandone el terrorismo, pero las consecuencias las sufre la población-, el aislamiento impuesto por el ejército israelí y la construcción del muro -para lo que se confiscaron miles de hectáreas de tierras de cultivo, contribuyendo con ello al desastre económico- hace que la población tenga muy difícil el día a día, existen todo tipo de carencias sanitarias, alimenticias y energéticas. Rishmawi decidió ayudar al pueblo palestino desde el mismo momento en que se fue a vivir allí, antes de residir en Cisjordania estuvo seis años en Gaza, y en 1993 los comités de trabajo para la salud contactaron con ella para viajar a España y conseguir ayuda para construir centros clínicos y hospitales y llevar a cabo indispensables programas de salud. Hubo quién se preguntó, en el debate posterior a la proyección del documental, cómo es posible que se insista tanto en las últimas semanas en la defensa de los derechos humanos en el Tibet y se olvide al pueblo palestino -y tantas otras agresiones en el mundo-. La respuesta es obvia, los grandes medios de comunicación están en manos de determinados intereses que manipulan con grandes campañas, desviando la atención según la conveniencia y obviando muchas realidades, en nuestras supuestas democracias liberales, donde se supone que está garantizada la libertad de prensa y de información. Es por eso que debemos contribuir a formar nuestros propios canales informativos y dejar que la terrible verdad se abra paso, sin manipulaciones ni intereses. Solo la mezquindad interesada puede considerar que hay algún rasgo antisemita en la denuncia de un Estado represor, que está exterminando a un pueblo. Se comentó también el interés que tienen Israel y Estados Unidos en dar una imagen radicalizada de los pueblos árabes y justificar así su política belicista. Al margen de la deriva política, mediatizada por las circunstancias, que sufre la llamada Autoridad palestina es indispensable aquí y ahora una lucha real por la paz y por derechos fundamentales del pueblo palestino.

1 comentario:

BURKA-NO dijo...

Enhorabuena por el artículo. Hoy me envía un amigo un documento sobre el burka en Afganistán y resulta aterrador imaginarse la situación de todas las mujeres en ese país, que ha retrocedido varios siglos en su historia desde la llegada de los talibanes. Produce horror, ciertamente, pero no hay que olvidar a quién se lo deben: a USA y los lobbys judíos, que apoyaron a los talibanes y facilitaron su regreso al poder cuando el país era un estado laico. Es lo mismo que están haciendo en todos los países árabes laicos, para favorecer sus intereses económicos y geopolíticos. Se creen los amos del mundo y crean tensión allí donde les interesa (como sucede ahora en el Tibet, para presionar al gigante chino, el único que puede hacerles frente), sin importarles las vidas humanas que pueda costar. Venden sus armas y se hacen con el control económico y geopolítico de regiones estratégicas. Sin olvidar el control del agua en estas regiones donde tanto escasea y no hay petróleo, otro caballo de batalla actual. Y Europa y los principales medios de comunicación son cómplices, callando y/o manipulando descaradamente. Yo siento vergüenza de ser europea y de ser española, ya que nuestro gobierno no es ajeno a este apoyo encubierto y mantiene tropas en Afghanistan y Líbano. Es absolutamente aterradora la impunidad con que el gobierno sionista de Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos. Aparte de los asesinatos “selectivos” (que consisten en poner bombas a dedo en casas de palestinos y cargarse a todo lo que respira y, luego, si entre 20 o 30 cadáveres, sólamente aparecen 2 adultos, alegan que son “daños colaterales” y se quedan tan anchos), de los disparos de soldados de menos de 18 años (los jovenes israelies no pueden ir a la Universidad sin haber hecho antes 3 años de servicio militar), que se encuentran con un arma en sus manos, el cerebro alienado y un enemigo (“terroristas” todos, hasta los niños) al que masacrar, utilizan otros medios menos drásticos para matar, pero igualmente efectivos, como cortarles todos los suministros (agua, electricidad, combustible, medicamentos, alimentos basicos como el arroz y el pan y un largo etcetera)… a lo que se une, como bien mencionas, el que los colonos sionistas viertan todos sus desechos y basuras en la zona palestina, lo que está produciendo un aumento incontrolado de enfermedades respiratorias. Las ciudades palestinas son enormes cárceles, algunas con una única entrada-salida, controlada por los infantes armados judios (infantes por la edad, no porque sean de infanteria), que someten a los palestinos a continuos controles que, a menudo, implican humillaciones, insultos, caprichosas negativas a pasar y, en el peor de los casos, un tiro en la cabeza. Muchos niños han dejado de ir a la escuela para no tener que sufrir las humillaciones a que son sometidos por los “infantes” israelíes en dichos controles, en especial las niñas que son frecuentemente acosadas. Apenas hay atención sanitaria, los hospitales sufren todo tipo de carencias. Pero tampoco hay que olvidar el dolor que les produce sentirse completamente olvidados por el resto del mundo “civilizado”. ¿Es o no es un GENOCIDIO, cometido impunemente y ante nuestra indiferencia?. Por cierto, un asistente argentino a la tertulia de ayer nos contó que la comunidad judía en su país (la segunda más importante en el mundo, tras USA) se opuso vehementemente a que se calificara de genocidio contra el pueblo argentino los crímenes cometidos por los militares de Videla, como si pretendieran apropiarse el monopolio de la palabra, como si los judíos hubieran sido las únicas victimas de la historia (que dirán los armenios, los kurdos, los indios de América, los guanches –en sus tumbas-, etc. etc.??).

Y, mientras tanto, nuestra cada vez mas insoportable televisión (ese es el autentico burka en occidente), ademas de cegarnos con su mierda consumista y alienantes programas, no para de poner películas sobre el pueblo judío y el holocausto. El verdugo no para de restregarnos que hace 60 años fue víctima, como si eso le legitimara para cometer los mismos crímenes. Es intolerable!!. Hay que rebelarse contra esto, informarse e informar de la realidad. Ya está bien de manipulación, quitémonos el burka!!.